Sheryl Sandberg es una de las empresarias más poderosas del mundo. Fue la primera mujer en entrar en el comité directivo de Facebook y es considerada por muchos como una gran representante del feminismo corporativo.

Sin embargo, su imagen pública se vio seriamente afectada tras los últimos escándalos protagonizados por la red social.

La economista, escritora y directora operativa de Facebook se vio obligada a defender a la compañía frente a las acusaciones de manipulación política y difusión de noticias falsas.

Podría decirse que el trabajo de Sandberg en Facebook durante la última década ha sido impecable. Desde que se unió a la empresa en 2008, la mano derecha de Mark Zuckerberg ayudó a impulsar enormemente el crecimiento de plataforma y a hacerla más rentable.

En una entrevista de julio de 2017 con la BBC, Sandberg defendió la importancia de "pagar bien a las mujeres" y habló de incorporar políticas públicas para ayudar a las madres trabajadoras. Afirmaciones como esas le valieron la fama de luchadora y de ejemplo a seguir.

Pero los tiempos han cambiado.

Su nombre abre el reportaje de 6.000 palabras que publicó recientemente el diario The New York Times, en el que se acusa a la red social de activar supuestas tácticas para desacreditar a sus críticos y a las empresas rivales, así como de restarle importancia a sus problemas internos.

Ella es la verdadera protagonista de esa investigación, resultado de un trabajo de seis meses y más de 50 entrevistas.

Pero ¿quién es Sheryl Sandberg y por qué ha quedado tan dañada su imagen?

Empoderamiento y resiliencia

Sandberg ocupa el cuarto lugar en la lista de las mujeres más influyentes del mundo de la revista Forbes, tan solo por detrás de la canciller alemana Angela Merkel, la primera ministra británica Theresa May y la empresaria y esposa del fundador de Microsoft, Melinda Gates.

Según Forbes, la fortuna de Sanberg, de 49 años, asciende a US$1.600 millones.

Su historia en Facebook comenzó hace 10 años. Pero ya era conocida en el mundo tecnológico por su trabajo en Google, donde ocupó el puesto de vicepresidenta de ventas online y operaciones durante seis años.

Sandberg es también la fundadora de Lean In (Vayamos Adelante, en español), una organización de empoderamiento femenino sobre la que trata el libro homónimo que publicó en 2013 y que se convirtió en un éxito de ventas.

Su segunda obra, "Option B" (Opción B, 2017), habla sobre cómo afrontar la adversidad y desarrollar la resiliencia (la capacidad humana de asumir con flexibilidad situaciones límite y sobreponerse a ellas).

Todo apunta a que ella misma se encuentra ahora en una situación, si no límite, al menos algo complicada.

Propaganda política

A la número dos de Facebook se le acusa de ser el cerebro que coordinó la supuesta campaña de desinformación para salvar la reputación de la red social a través de propaganda política.

Según The New York Times, Sandberg "aduló o puso contra las cuerdas a los legisladores hostiles, intentando acabar con la idea de que Facebook es un bastión del liberalismo de San Francisco".

El informe del periódico dice que fue la encargada de contratar a Decliners, una agencia de comunicación que suele trabajar con el Partido Republicano y que se habría encargado de perjudicar a competidores como Apple o Google.

También se le acusa de atacar a George Soros, el multimillonario progresista estadounidense que ha criticado fuertemente a las grandes tecnológicas de Silicon Valley en los últimos meses.

Sandberg tuvo que comparecer ante el Congreso de Estados Unidos para defender a Facebook a principios de septiembre.

Podría decirse que su imagen se ha tornado para muchos en la de una manipuladora de la opinión pública y, para algunos ciudadanos preocupados por las acusaciones hacia la red social, en la defensora del diablo.

Ella se defiende de la polémica. Asegura que no sabía de la campaña de lobbying y que no fue la responsable de contratar a Decliners.

Pero antes de que la controversia estallara, Sandberg era a menudo definida como "la cara amable de Silicon Valley".

De hecho, incluso le llegaron a preguntar cómo los empresarios deberían administrar su marca personal.

"Uno no tiene marca", dijo durante la sesión de preguntas y respuestas en la Escuela Wharton de la Universidad de Pensilvania, EE.UU., en mayo de 2017.

"La gente no es tan simple. Cuando somos empaquetados, somos ineficaces y dejamos de ser auténticos", agregó.

La ejecutiva ha mostrado sobreponerse con éxito a las adversidades a lo largo de su vida. Por ejemplo, cuando su marido David Goldberg murió inesperadamente de una crisis cardiaca en mayo de 2015 en el gimnasio mientras estaba de vacaciones en México.

En "Opción B" cuenta como se repuso de esa tragedia personal y transformó esa experiencia dolorosa en algo útil.

Tal vez ahora deba poner a prueba, de nuevo, su capacidad de resiliencia.


 

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