La tendencia a someterse a una operación para recuperar la juventud perdida o aumentar y mejorar ciertas partes del cuerpo sigue en boga. Pero la medicina no siempre considera indicada la cirugía estética.

Entre las mujeres, las operaciones de liposucción, es decir, de reducción de grasa corporal, y las cirugías para aumentar el tamaño de los senos continúan siendo las dos más populares. Los hombres, por su parte, se interesan por las correcciones de párpados y de abdomen y por la faloplastia, una operación para aumentar la longitud y circunferencia del pene. Así lo indica un estudio anual de opinión de la Sociedad Alemana de Cirugía Estética y Plástica (DGPÄC, por sus siglas en alemán).

Cirugía plástica y cirugía estética

Los seguros de enfermedad alemanes no financian operaciones que no tengan expresa indicación médica. Por eso no se cuenta con cifras fidedignas sobre las cirugías con fines estéticos. Tampoco existen registros centralizados sobre esos casos. Los seguros de salud diferencian entre una cirugía plástica o reconstructiva, por ejemplo, luego de una operación debida a un cáncer o a una quemadura, y las cirugías estéticas, en las que, muchas veces, la subjetividad del paciente juega un papel clave.

Un sondeo de dos sociedades de cirugía estética de Alemania, la DGPÄC y la Asociación de Cirujanos Plásticos de Alemania (VDÄPC), señala que en 2015 se realizaron 43.287 intervenciones quirúrgicas con fines estéticos en Alemania, cerca de 3.500, un nueve por ciento, más que en 2014. La Sociedad Internacional de Cirugía Plástica (ISAPS), por su lado, cifra en 287.000 las cirugías plásticas en 2015 en este país, pero incluye también las operaciones bucales y maxilofaciales. A nivel mundial, el número de intervenciones estéticas, quirúrgicas y no quirúrgicas, ascendió en 2015 a 21.700 000. El agrandamiento de senos en la mujeres es también en todo el mundo la operación que lleva la delantera, con 1.490 millones en el mismo año.

Ellas: senos más grandes; ellos: penes más largos

La encuesta anual de la DGÄPC echa algo de luz sobre una especialidad médica que no es precisamente transparente en cuanto a sus cifras. Cerca de 2.200 pacientes rellenaron formularios anónimos en consultorios médicos en lo que va de 2016. De allí surge el ranking de las operaciones favoritas con diez puestos, tanto para los hombres como para las mujeres. El resultado: el agrandamiento de senos y el alargamiento del pene, respectivamente, van a la cabeza.

Un doce por ciento de los encuestados eran hombres, una cifra que se corresponde con la distribución por sexos entre las personas que acuden a un cirujano plástico, explicó el portavoz de la DGÄPC, Martin Spiering, a la agencia DPA. Dicho sondeo no es, sin embargo, representativo para los hombres, ya que el número de encuestados es demasiado bajo. Las operaciones más comunes entre los pacientes de sexo masculino no serían, por tanto, las prolongaciones de pene, sino las correcciones de párpados y, otras ya no tan comunes, como las operaciones de mentón y los aumentos de labios. Pero algo tienen todos los pacientes hombres en común, y es que, por lo general, no hablan sobre las cirugías a las que se someten.

Entre las mujeres, el aumento de los senos es la cirugía estética número uno, con cerca de un 20 por ciento, pero con tendencia a la baja. Hace seis años, cerca de un 25 por ciento de las mujeres encuestadas admitió ese tipo de operación.

Operaciones peligrosas

Quien piense que las cirugías estéticas son inofensivas, se equivoca: ya una cantidad ínfima de botox, por ejemplo, puede provocar reacciones alérgicas y resultar en una parálisis facial, según advierten las asociaciones de protección al consumidor. También pueden producirse daños en las terminaciones nerviosas, hemorragias, trombosis o queloides.

La Asociación Profesional Alemana de Médicos aprueba una cirugía estética solo en casos en que no llevarla a cabo represente un daño emocional importante para el paciente. Sin embargo, muchos psicólogos opinan que una intervención quirúrgica por sí sola no soluciona los problemas de autoestima. A veces es más aconsejable cambiar de hábitos alimentarios o hacer deporte que pasar por la sala de operaciones.

Publicidad