La propagación sin precedentes del virus COVID-19 ha paralizado gran parte del mundo y de Chile. Si bien, muchas compañías adoptaron opciones de teletrabajo, el retorno a las oficinas es algo que progresivamente se irá dando. 

Para volver al funcionamiento normal, se requiere una serie de medidas preventivas que apunten a continuar con el cuidado de la salud personal. El equipo de Research de CBRE Chile realizó un estudio sobre el panorama para el retorno al mundo laboral.

La senior research manager de CBRE, Ingrid Hartmann, comentó que uno de los mayores desafíos que plantea el retorno a las oficinas está en los traslados y las posibles aglomeraciones en el uso del transporte público, e indicó que en ese sentido es de vital importancia flexibilizar los horarios de la jornada laboral, de modo de diferir las horas punta y así poder mantener la distancia necesaria para evitar la propagación del virus.

“Dependiendo de cada oficina será relevante definir protocolos de sanitización específicos a la actividad que realizan, y por sobre todas las cosas, mantener activas y transparentes las líneas de comunicación internas de modo de crear conciencia de la importancia, tanto de las acciones individuales como colectivas”, explicó Ingrid.

Además, aseguró que si bien, hay medidas rápidas y sencillas que pueden ser adoptadas por los mismos usuarios en conjunto con el empleador, existen otras más estructurales aplicables al espacio físico, como la adaptación de salas de reuniones, implementación de elementos protección en estaciones de trabajo con atención a público, e incluso cambios en el layout de las oficinas para promover el distanciamiento.

Según la especialista, todas las medidas llevan a repensar los espacios de trabajo tradicionales y seguir aprovechando los avances logrados en términos de teletrabajo. “Es recomendable que el retorno sea progresivo, y que la ocupación de las oficinas vaya retornando a la normalidad en la medida en que la tasa de contagios retroceda. Para esto, hay empresas que han establecido sistemas de turnos, o que incluso muestran preferencia por mantener el teletrabajo”, comentó.

Asimismo, puntualizó que el 2020 será “un año de profundas transformaciones en la forma de trabajo tradicional” y que “se debe priorizar una cultura colectivista que proteja y responda, de forma orgánica y unida a cualquier evento que comprometa a las personas que ahí trabajan”.

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