La 16ª Conferencia Mundial sobre tabaco o salud, que duró cinco días, declaró que todos los productos derivados del tabaco son nocivos y que su consumo, bajo todas sus formas, es un importante factor de aparición de enfermedades no transmisibles.

También instó a aplicar mejor las pautas de la Organización Mundial de la Salud para reducir este consumo e instó a los países que no lo han hecho a firmar el Convenio Marco para el Control del Tabaco (CMCT) de la OMS. Este texto ya ha sido firmado por 180 países, pero la conferencia estimó que no se han alcanzado sus objetivos.

Las enfermedades no transmisibles, como el cáncer o la diabetes, provocan cada año 38 millones de muertes de las que 16 millones podrían evitarse gracias a medidas preventivas, como políticas antitabaco, antialcohol y en favor de actividades físicas y deportivas, según un informe de la OMS publicado en enero.

En particular estas enfermedades agrupan a las cardíacas y pulmonares, el cáncer, las de tipo respiratorio y la diabetes.

El tabaco mata a 6 millones de personas por año, el alcohol a 3,3 millones, la ausencia de ejercicio físico 3,2 millones y el exceso de sal en la alimentación a 1,7 millones.

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