Un destello brillante, visto a través de ultrasonido, explota en la articulación de nuestros nudillos cuando los hacemos crujir. Ese sería el comienzo de la explicación de por qué nuestros dedos suenan, según un estudio realizado por radiólogos de la Universidad de California. Y que no sería malo para la salud articular.

"(Los nudillos) estallan como un fuego artificial en la articulación", dijo el doctor Robert Boutin, profesor de radiología de la Universidad de California, Davis Health System. Ese 'flash' se genera gracias a una burbuja de gas que se forma en la grieta de los dedos. Eso sí, los investigadores responsables del estudio aún no logran acordar si el sonido fue causado por la formación de la burbuja o su destrucción.

Independiente de la respuesta, expertos ortopédicos examinaron las manos de las personas que se sometieron al experimento y no encontraron ningún daño, al menos, inmediato, según publica CBS News.

"No sé descubrió ninguna hinchazón ni pérdida en la fuerza agarre", agregó el propio Boutin.

Incluso, los mismos investigadores encontraron que los nudillos aumentaban significativamente su amplitud de movimiento. "Quizás por eso la gente se siente mejor después de hacerlo", comentó el profesor de la Universidad de California.

Sin embargo, el estudio no logra establecer si provoca daños en las articulaciones en el largo plazo

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