Surgieron como una alternativa más "saludable” que el cigarrillo común y corriente, y de forma veloz se convirtieron en una moda. Sin embargo, los cigarrillos electrónicos poco a poco están comenzando a mostrar su lado menos amable, ese que va más allá de la imagen de alguien que chupa un dispositivo para luego lanzar una interminable nube de humo con olores frutales. La cantidad de personas que han debido ser hospitalizadas por usar los "vapeadores” crece, así como el número de fallecidos, y los médicos está muy alarmados.

La enfermedad incluso tiene nombre. El Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades estadounidense, en un reciente informe, se refirió a ella como EVALI, sigla en inglés para "lesión pulmonar asociada al uso de cigarrillos electrónicos o productos de vapeo”. Más de 1.500 personas han caído enfermas desde marzo por culpa de estos adminículos, y 33 de ellas han perdido la vida, el más joven de los cuales tenía apenas 13 años.

El dispositivo es muy popular entre los más jóvenes, y ello explica que el 80 por ciento de los pacientes de esta nueva enfermedad sean menores de 35 años. Los síntomas de EVALI son dificultades respiratorias, dolor de pecho, tos, náuseas, diarrea y vómitos. Por ejemplo, el 95 por ciento de los pacientes respiraba con mucha dificultad y tosía. El 77 por ciento padecía malestares gastrointestinales, y casi el 50 por ciento de todos los enfermos terminó siendo atendido en la unidad de cuidados intensivos.

La situación ha llegado a tal nivel que algunas autoridades ya hablan de "crisis sanitaria”. La alcaldía de Miami Beach, en Florida, decidió prohibir los vaporizadores en los parques de la ciudad con el "propósito fundamental de proteger la salud, la seguridad y el bienestar” de los residentes. Al mismo tiempo, la Fiscalía General del mismo estado abrió una investigación contra las compañías de vaporizadores, ante la sospecha de que usan estrategias especialmente diseñadas para captar a menores de edad como clientes.

Según estadísticas de 2018, el 25 por ciento de los chicos de secundaria en Florida reconocieron usar habitualmente vaporizadores, contra un 4 por ciento de adultos que lo hace. Al tiempo que disminuye el consumo de cigarrillos convencionales, el uso de los vapeadores se ha incrementado, ante la impresión de que estos últimos no son tan dañinos, una sensación que empieza a diluirse mientras se conocen más y más casos de personas afectadas.

El problema es que los expertos no tienen claridad sobre el origen de EVALI. Se sabe que el 78 por ciento de los pacientes fumó productos que contenían THC (una sustancia psicoactiva presente en los cannabinoides), y solo el 13 por ciento fumó solo nicotina. Si bien falta seguir indagando, y también hay sospechas sobre los aromatizantes líquidos, los aceites que contienen vitamina E y los productos comprados en el mercado negro, las miradas apuntan hacia el THC. Por ahora la solución parece ser olvidarse de fumar.

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