"This is the most beautiful library in the world", titula el artículo de National Geographic, que narra la experiencia de visitar el Ateneo Grand Esplendid, considerado por el medio como la librería más hermosa del mundo.

Ubicado en calle Recoleta, Buenos Aires, Argentina, el recinto fue inaugurado en 1919, sirviendo como un teatro y cine capaz de albergar más de 1500 personas.

El "sereno templo de libros", como es nombrado en el artículo, destaca por su cálida atmósfera, complementada por calladas conversaciones llevadas a cabo en el café, donde circulan tazas con capuchinos y submarinos de chocolate. 

"La tienda en expansión está alojada en un antiguo teatro magnificamente preservado. Eso sí, en vez de bailarines de tango y cantantes, las estrellas son las palabras impresas", destaca el encantado redactor.

El edificio fue abierto en una época de bonanza económica para la capital trasandina, siendo el mayor puerto comercial del país. Inmigrantes europeos se encargaron de contagiar a la ciudad de una importante influencia artística que derivaron en el lanzamiento del tango. 

Desde su reacondicionamiento a librería, a principios de este siglo, acoje a más de un millón de personas al año, que, en palabras del autor, "se encuentran con una maravillosa experiencia al buscar entre las coloridas vitrinas ordenadas artísticamente en lo que fue el sector de orquesta y entresuelo".

El Ateneo Grand Splendid fue partícipe de la cumbre del G-20, realizada a fines de noviembre y principios de diciembre, y en donde el presidente de Francia, Emmanuel Macron, compartió con escritores argentinos. 

En el artículo se hace alusión a que Buenos Aires es una de las ciudades con el mayor número de librerías por persona en el mundo, con más de 700 locales. También se menciona que la oferta de libros en inglés es muy baja, limitándose a novelas románticas y de suspenso.

En corriente con las tendencias actuales, se hace hincapié en los mejores lugares para tomarse selfies dentro del recinto, destacando el balcón superior como también el concurrido café.

Para terminar, recomiendan visitar el lugar en temporada baja y así evitar las largas filas que se forman principalmente en el café. Para el redactor, junio es el mes predilecto, a diferencia de enero y febrero, que es la época a evitar. Todo para visitar esta "pieza histórica que da nuevos respiros de vida."

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