El pasado 21 de junio, el jurado encargado de escoger al ganador del Premio Iberoamericano de Poesía Pablo Neruda 2016 fue enfático: “Desde Neruda ha habido pocas figuras en la poesía chilena de estas últimas décadas que hayan llevado la poesía y la historia latinoamericana a un horizonte tan extremo como la de Raúl Zurita”. Dichas palabras fueron revividas hoy por el Ministro de Cultura, Ernesto Ottone, en la ceremonia donde el poeta nacional recibió el preciado galardón de manos de la Presidenta Michelle Bachelet.

“Me siento muy contento. Me siento honrado y nos queda pendiente el más grande poema: hacer de la vida algo bello. Yo creo que hay una generación de poetas jóvenes que están emergiendo y que es absolutamente notable. La poesía es la voz más profunda del pueblo de Chile. Puede desconocerse, puede no leerse, pero ahí está en lista lo que somos, nuestros sueños, nuestras esperanzas, los temores, nuestras dudas, nuestros fracasos, nuestras aspiraciones. Todos con la poesía chilena. Espero que si existe Dios tenga la bondad de permitirme escribir un par de poemas hermosos, porque si no lo hago, me sentiría el peor de los hombres”, afirmó Zurita.

Sobre el reconocimiento y el trabajo del poeta, el Ministro de Cultura, Ernesto Ottone, dijo: “Estamos muy felices con la decisión del jurado y se lo hicimos saber a Raúl cuando supimos la noticia. Este es un reconocimiento internacional a la fuerza de su poética y lo que ha significado en los últimos cuarenta años, dando impulso a una nueva poesía, donde los temas sociales y políticos, nuestro territorio e identidad, están reflejados plenamente. Quedamos todos muy emocionados con su discurso, y con este premio se hace justicia con uno de los grandes poetas que tenemos en vida, así que hay que aprovecharlo. Nos pone muy felices que afirme que todavía le queda por escribir, porque eso quiere decir que tenemos Raúl Zurita para rato”.

Además de una medalla y diploma oficial, el autor de “Purgatorio” obtendrá 60 mil dólares, monto que sitúa a este reconocimiento como uno de los más relevantes de Iberoamérica.

El jurado integrado por Mercedes Roffé (Argentina), Roberto Echavarren (Uruguay), Jorge Boccanera (Argentina), Naín Nómez (Chile), Cristián Warnken (Chile) y Augusto de Campos (Brasil) decidió premiar a Zurita destacando, entre otros aspectos, “la trascendencia de su poesía, a través de la cual se expresan las distintas voces de la historia latinoamericana reciente, y una vivencia telúrica y alucinada de la geografía americana, mediante una escritura innovadora, que retoma y reelabora los puntos claves de la tradición cultural occidental”, según leyó el Ministro Ottone en la ceremonia.

El Premio Iberoamericano de Poesía Pablo Neruda es concedido por el Consejo Nacional de la Cultura y las Artes (CNCA), a través del Consejo Nacional del Libro y la Lectura (CNLL), a un autor o autora de reconocida trayectoria, cuyo trabajo sea una entrega notable al diálogo cultural y artístico de Iberoamérica.

Zurita, quien en 1979 removió la escena literaria local con uno de sus textos esenciales, “Purgatorio”, ha sobresalido en las letras chilenas como una de sus voces contemporáneas más relevantes. Desde los ‘70 destaca como uno de los nombres detrás del CADA (Colectivo de Acciones de Arte), donde compartió con Lotty Rossenfeld, Juan Castillo y Diamela Eltit, utilizando el arte como arma de resistencia política y escudo a los vejámenes del Estado.

“Anteparaíso” (1982), “El amor de Chile” (1987) y “Zurita” (2011) son algunas de sus obras más transversales, donde la temática política se convierte en un eje fundamental de sus letras. El golpe militar y el dolor intrínseco que origina este cisma define su creación y la motiva como un mitigante de ese desgarro país. Así es como su poesía se suma a la tradición latinoamericana de las letras que resisten y explican los procesos políticos en los que ha devenido el continente.

El premio, de carácter anual, fue creado en 2004 como homenaje al centenario de Neruda, por acuerdo entre el CNCA y la Fundación Pablo Neruda, y desde entonces ha recaído en José Emilio Pacheco (México), Juan Gelman (Argentina), Carlos Germán Belli (Perú), Fina García-Marruz (Cuba), Carmen Berenguer (Chile), Ernesto Cardenal (Nicaragua), Antonio Cisneros (Perú); Óscar Hahn (Chile), Nicanor Parra (Chile), José Kozer (Cuba), Reina María Rodríguez (Cuba) y Augusto de Campos (Brasil).

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