Este viernes 16 de marzo se celebra el Día Mundial del Sueño, el cual tiene como objetivo resaltar los distintos problemas que existen vinculados al no dormir adecuadamente. 

Según la última Encuesta Nacional de Salud, un 63,2% de la población chilena sospecha padecer un trastorno del sueño, un problema que pueden afectar a cualquier persona, independiente de la edad que tenga, y que deben ser diagnosticados y tratados de manera oportuna pues esto repercute negativamente en la calidad de vida de quien los sufre. 

La Dra. Paula Contreras, neuróloga especialista en medicina del sueño, detalla que hay distintos síntomas que pueden alertar de la presencia de un trastorno del sueño, los que muchas veces dependen de la edad de quien los manifiesta.

En los niños los síntomas son muy variados, a diferencia de los adultos que mayormente presentan somnolencia. Los menores lo demuestran con irritabilidad, despertares confusos, bajo rendimiento estudiantil, cambios de carácter, problemas de atención y memoria, hiperactividad, dolores de cabeza (cefalea) en las mañanas, aumento de frecuencia de micción nocturna o enuresis, dolores en las piernas como corriente o pinchazos en las noches que dificultan la conciliación del sueño, además de ansiedad o angustia a la hora de dormir, entre otros.

En los adultos los signos frecuentes son sensación de sueño no reparador, somnolencia diurna excesiva que en algunos casos puede provocar accidentes domésticos, laborales o de tránsito por quedarse dormidos en situaciones inoportunas. También pueden presentar fallas en la memoria y concentración, cefalea matinal, labilidad emocional, necesidad imperiosa de mover las piernas en las noches al estar quieto, entre otros síntomas. 

Según Contreras, en el caso de los niños lo más importante es detectarlos y tratarlos a tiempo, para evitar efectos en la actividad cognitiva y en la conducta.

Razones por la que es importante dormir

1. Protege tu corazón y tu páncreas

Dormir poco influye en la forma en que tu cuerpo procese la glucosa más lentamente y que disminuya la sensibilidad a la insulina, por lo que puede conducir a sufrir diabetes

Además cuando tomamos una siesta la presión se mantiene más baja que cuando estamos despiertos, por lo que disminuye las posibilidades de tener enfermedades cardiovasculares o infartos

2. Mejora el aprendizaje 

Cuando no dormimos lo suficiente nuestra concentración, memoria y toma de decisiones, se ven inevitablemente afectadas. A principios de los años 30, Nathaniel Kleitman, una de las figuras más importantes en el campo de la medicina del sueño, ya encontraba relaciones entre la falta de sueño y un peor rendimiento mental.

Al dormir las conexiones neuronales se fortalecen y el almacén de la memoria se restaura, transformando la memoria a corto plazo en memoria a largo plazo.

3. Ayuda a perder peso 

Las pocas horas de sueño producen que los adipocitos (células grasas) liberan menos leptina, hormona supresora del apetito, lo que aumenta nuestras ganas de comer, sobre todo cuando se trata de alimentos altos en grasas y azúcares. 

Si a este apetito le sumamos más tiempo disponible para comer, el aumento de la ingesta está casi asegurado.

4. Disminuye la depresión y el estrés

Cuando en una noche no logramos dormir bien es normal llegar a trabajar o a estudiar malhumorados, por lo que no es extraño que una falta de sueño constante tenga mayores repercusiones. 

Nuestro cuerpo se relaja al tomar una siesta facilitando la producción de melanina y serotonina. Estas hormonas contrarrestan los efectos del estrés, por lo que no descansar adecuadamente puede llevar a un estrés emocional.

La falta de sueño también se ha visto relacionada con aumento de la ansiedad y de la depresión. 

5. Fortalece nuestras defensas

Si nuestro sistema inmunitario está débil tenemos menos posibilidades de recuperarnos tras cualquier infección

Cuando el organismo descansa el sistema inmunitario de recupera. Al dormir mal el cuerpo genera menos células NK, encargadas de deshacerse de células infectadas por un virus.

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