Un documental sobre la revuelta social en Chile en 2019 del veterano realizador Patricio Guzmán abrió este viernes la carrera por el premio a la mejor película latinoamericana en el Festival de cine de San Sebastián.

"Mi país imaginario" de Guzmán, quien por más de cuatro décadas ha retratado en la gran pantalla los acontecimientos de su país, compite en la sección Horizontes Latinos del certamen en la ciudad del norte de España con otros once largometrajes.

En liza hay doce cintas de Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Cuba, Ecuador y México.

La película fue presentada la tarde del viernes en el Kursaal, el centro de convenciones donostiarra.

El documental es un recorrido por el estallido social que comenzó en octubre de 2019 contra un Estado heredado de la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990), una revuelta que cambió el escenario político del país e impulsó el proceso para redactar una nueva Constitución.

Para grabar la cinta, que como otras del cineasta tiene mucho de testimonio personal, Guzmán viajó varias veces a Chile y entrevistó a una treintena de mujeres, en gran parte jóvenes, para ver qué veían en ese movimiento y qué esperaban de él.

La movilización fue algo "mágico", dijo a la AFP Patricio Guzmán en el Festival de Cannes, donde presentó el documental en mayo pasado. "Salieron porque sí, porque estaban hartos" de un sistema "inútil, limitado, mentiroso", señaló.

En San Sebastián, el documental competirá con películas como "Tengo sueños eléctricos" de la costarricense Valentina Maurel, "Ruido" de la mexicana Natalia Beristain, "La jauría" del colombiano Andrés Ramírez Pulido o "1976" de la chilena Manuela Martelli.

La 70ª edición del festival entregará sus premios en la gala de clausura el sábado 24.

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