Un estudio publicado por la Agencia Espacial Europea (ESO) señala que los investigadores han descubierto que el campo magnético de la Tierra ha perdido cerca de un 9% de su fuerza en los últimos 200 años. 

Esta baja en la intensidad del campo magnético que rodea la Tierra y nos protege de los poderosos rayos cósmicos, ha registrado la intensidad mínima en el Atlántico sur, que uno a sudamérica y África. 

"El nuevo mínimo oriental de la anomalía del Atlántico Sur lleva una década formándose, aunque en los últimos años se ha acelerado su desarrollo. Tenemos mucha suerte de contar con los satélites Swarm para investigar la evolución de esta anomalía. El reto ahora es entender los procesos que en el núcleo terrestre provocan estos cambios", cita el comunicado de la AEE a Jürgen Matzka, del Centro Alemán de Investigación de Geociencias (GFZ).

El estudio señala que de momento no representa un peligro a nivel superficial que pueda dañar a los humanos. El principal peligro se establece para los satélites que orbiten en el lugar de la anomalía, los que pueden sufrir daños en sus componenetes electrónicos por las partículas altamente cargadas.  

El misterio del origen de la Anomalía del Atlántico Sur aún no se ha resuelto. Sin embargo, una cosa es cierta: las observaciones de campo magnético de Swarm están proporcionando nuevas  ideas sobre los procesos apenas entendidos del interior de la Tierra.

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