Tiene 17 años y está en pleno proceso de transición para convertirse en un hombre, pero Mack Beggs no pudo luchar como lo que será.

Oficialmente Beggs sigue siendo ella y fue como mujer que tuvo que participar el pasado fin de semana en el campeonato interescolar de lucha del estado de Texas, en Estados Unidos.

Como se esperaba, no tuvo rivales.

Beggs conquistó el sábado el título estatal al vencer a Chelsea Sánchez 12-2 en la categoría de 50 kilogramos entre aplausos y abucheos en uno de los torneos más dramáticos y polémicos en la historia del deporte interescolar estadounidense.

Su victoria generó rechazo, pero Beggs no quería estar ahí, como tampoco lo querían sus oponentes, pero no hubo otra opción ante la normativa vigente en la University Interscholastic League (UIL, por sus siglas en inglés), el organismo que regula las competencias deportivas y culturas en las escuelas públicas en Texas.

 

El reglamento establece que los luchadores deben competir de acuerdo al sexo que tenían al momento de su nacimiento y no hubo manera de introducir una excepción a la regla pese a las protestas y a la demanda que se presentó a comienzos de este mes por considerar que se ponía en riesgo la salud de la chicas que tenían que enfrentar a Beggs.

"Ella está allí con su cabeza en alto como si fuera la ganadora", le dijo Patti Overstreet al periódico The Washington Post. "Ella no está ganando. Ella está haciendo trampa", fue el veredicto de la madre de uno de los participantes en la división masculina.

Testosterona

La que se trataba de una competencia regional terminó teniendo interés nacional e internacional por la presencia de Beggs, quien tuvo que permanecer la mayor parte del tiempo aislado de los otros participantes en el gimnasio acomodado para albergar el torneo en Houston.

Frustrados los intentos por evitar su participación, hubo una resignación generalizada ante el inevitable desenlace de que el título iría a parar a las manos del luchador de la secundaria Trinity en Dallas.

Una de las razones que garantizaban el resultado era su inmaculado récord, 52 victorias en 52 peleas, pero la que más se mencionaba era la transformación de su cuerpo por los suplementos de testosterona que comenzó a tomar hace dos años.

"Todo es genial", dijo entonces Beggs en un video cuando pudo dar el paso para dejar atrás la que describió como una infancia de confusión y lucha.

"El mensaje que estoy tratando de enviar, el mensaje general que les quisiera decir a todos es que nunca se rindan y que no se rindan con ustedes mismos porque no saben cuando se encontrarán a sí mismos", publicó The Washington Post.

Frente a toda la polémica la UIL se aferró al reglamento, ordenó a Beggs a participar entre las mujeres y justificó el uso de una sustancia prohibida ya que está recetada por "una razón médica válida".

Sin embargo, la UIL reconoció en un comunicado que el artículo sobre el género de nacimiento podría ser modificado en un futuro.

De no haber un cambio, lo más seguro es que la polémica continúe ya que a Beggs todavía le queda un año más para seguir participando a nivel interescolar antes de dar el salto a las competencias universitarias, donde de mantener su progresión podrá competir de igual a igual contra otros hombres.

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