Hace algunas semanas se viralizó el caso de un buey que vive en Australia llamado "Knickers", quien se salvó de ser faenado en el matadero por sus descomunales proporcionales, ya que mide 1 metro con 94 centímetros y pesa 1.400 kilos.

Pues ahora parece haber aparecido el caso contrario a este buey, el del bovino más pequeño tal vez en todo el mundo.

La historia del descomunal buey que se salvó del matadero por medir casi dos metros

"Knickers" es el nombre de un buey que vive en una granja en cercanías a la ciudad australiana de Perth y que ya es conocido en todo el país. La razón de la fama de este bovino de siete años es su monstruoso tamaño: mide 1 metro con 94 centímetros y pesa 1.400 kilos, lo que lo convierte en el vacuno más grande de toda Australia.

El protagonista es "Lil Bill", un ternero nacido en los Estados Unidos que fue entregado por sus dueños a los encargados de la Escuela de Medicina Veterinaria de la Universidad Estatal de Mississippi. Al momento de nacer, el becerro solo pesó 3,4 kilos y sus proporciones eran semejantes a las de un gato doméstico adulto, una situación impensada al considerar que los ejemplares de su especie suelen pesar entre 22 y 36 kilos cuando nacen.

"De vez en cuando, tenemos un caso que nos hace rascarnos la cabeza un poco. ¡Lil 'Bill es uno de esos casos!", explicaron en una publicación de la escuela de medicina veterinaria en su cuenta de Facebook y en la que también apareció una imagen del ternero, la que causó miles de comentarios.

Según indica un artículo de un blog de la misma universidad, "Lil Bill" fue entregado a los médicos porque nació muy débil y con problemas para respirar. Los expertos que lo han revisado tienen varias teorías para explicar su diminuto tamaño, las que van desde que nació prematuro de por lo menos un mes a que tiene una especie de enanismo, sin descartar las dos posibilidades juntas. Debido a estas sospechas, la cría está siendo sometida a varios exámenes de ADN.

Si bien la condición del bovino ha mejorado y ya se le retiró el tubo de alimentación y respira por su cuenta, su estado sigue siendo delicado. Tanto así que sus huesos no se han desarrollado por completo, por lo que sus patas delanteras están entablilladas.

"Muchos de los problemas que enfrentamos con él son, de hecho, muy similares a los de los bebés prematuros. A menudo les lleva meses crecer y ser tan fuertes como deberían haber sido al nacer y generalmente enfrentan retrasos en el desarrollo y otros problemas similares, si son lo suficientemente afortunados para sobrevivir", explicó el doctora Gretchen Grissett.

A pesar de que la profesional fue enfática en señalar que en la mayoría de las veces los terneros prematuros de tres o cuatro semanas mueren, dice estar optimista en que "Lil Bill" lo logrará: "Ciertamente tiene la voluntad de sobrevivir. ¡Nuestro objetivo es asegurarnos de que tenga la mejor oportunidad de hacerlo!", sentenció.

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