Un poblador de Northampton, en el centro de Inglaterra, estaba haciendo obras en una casa de su propiedad cuando hizo un sorprendente descubrimiento.

En el desván de la vivienda, que llevaba vacía dos años, había un nido de avispas "colosal", de aproximadamente un metro de ancho y acompañado por un túnel todavía más largo.

"Por suerte" -según el encargado de la empresa de control de pestes contratada por el propietario, Gary Wilkinson- las avispas habían abandonado el lugar un año antes.

Wilkinson describió el nido como "una obra de arte espectacular".

Y estas fotos lo comprueban.

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