La famosa imagen del rayo que surca el rostro del cantante David Bowie en la portada del álbum "Aladdin Sane" (1973), su proceso de creación y el misterio de su atemporalidad centran la exposición que este miércoles (15.03.2023) se inaugura en Madrid, España.

"Fue una sesión (fotográfica) muy rápida y mi padre tiró solo dos carretes porque sabía lo que quería", explicó este martes en la presentación de la muestra Chris Duffy, hijo del autor de aquella mítica fotografía, Brian Duffy.

Titulada "Bowie Taken By Duffy", sus responsables explicaron que la exposición está concebida como "un viaje cronológico entre dos personas extremadamente creativas que estaban destinados a encontrarse".

Por un lado, el camaleónico artista británico que revolucionó la música de los años 70 bebiendo de muy diversas fuentes, como la moda, el teatro o la ciencia, y, por otra, quien supo plasmarlo con su "irreverente" objetivo.

Cinco fueron las sesiones fotográficas que compartieron entre 1972 y 1980, "años dorados" en la producción de David Bowie, en los que asumió personajes tan celebrados como Ziggy Stardust, el Duque Blanco o el Pierrot de la portada de "Scary Monsters (and Super Creeps)" (1980), su última colaboración.

La exposición, que se muestra en el Colegio Oficial de Arquitectos de Madrid (COAM) hasta el 25 de junio, está organizada por la productora Sold Out, en asociación con Nomad Exhibitions y Duffy Archive, de donde han salido más de 160 objetos originales, muchos de los cuales nunca antes se habían enseñado al público.

Imágenes de las sesiones, música, videoclips, piezas artísticas, fotografía 'vintage' y moderna e impresiones 'chromaluxe' de gran formato se muestran junto a cámaras, álbumes, dibujos, diseños de vestuario.

Y, sobre todo, la única copia original de la imagen del álbum "Aladdin Sane", de la que han salido todas las demás reproducciones de la historia.

"No tiene precio; normalmente está guardada bajo llave", indicó Chris Duffy ante una pieza fuera de mercado que cumple 50 años.

Fue su padre quien decidió hacer más grande aquel rayo rojo, que refleja una ambigüedad, no solo sexual, sino también mental, como refleja el propio título del álbum, que surgió de un equívoco.

El nombre original era "A lad insane" ("Un tipo loco"), pero el fotógrafo entendió "Aladdin sane" ("Aladdin cuerdo", es decir, lo contrario) y así se quedó.

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