El primer fósil de una rana encontrado en la Antártida ofrece una nueva visión del clima y la fauna que pudo existir hace millones de años en el continente congelado. 

Los paleontólogos descubrieron fragmentos del hueso de la cadera y el cráneo de la rana en sedimentos de 40 millones de años recolectados de la Isla Seymour, cerca de la punta de la Península Antártica.

Según lo publicado en la revista Science News, la forma de los huesos recién descubiertos indica que esta rana pertenecía a la familia de Calyptocephalellidae, o ranas con casco, que se encuentran hoy en América del Sur.

Los parientes modernos de la rana fosilizada viven exclusivamente en los cálidos y húmedos Andes centrales de Chile. Esto sugiere que existían condiciones climáticas similares en la Antártida hace unos 40 millones de años.

"Esta rana es una indicación más de que en [ese] tiempo, al menos alrededor de la Península, todavía era un hábitat adecuado para animales de sangre fría como reptiles y anfibios", dice el coautor del estudio Thomas Mörs, paleontólogo del Museo Sueco de Historia Natural de Estocolmo.

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