La vida de Martín Ruarte, un niño argentino de 9 años con Síndrome de Down, ha cambiado drásticamente luego que su perro Fido -que estaba junto a él hace cuatro años- fuera envenenado. El can era un guía para Martín y su llegada lo había ayudado enormemente: consiguió que pasara de estudiar en un colegio especial a uno normal con otros niños.

La mascota se la había regalado una de las maestras de unos vecinos de Martín -en Caucete, una provincia de San Juan, en el este de Argentina- y desde que le entregaron el perro, este estableció una amistad y una relación inseparable con él.

Ruth Ruarte, la hermana de Martín, comentó al Diario de Cuyo que Fido fue envenenado y en la madrugada del día miércoles 22 de mayo, falleció. El abuelo del menor intentó salvar al perro, pero pese a todos los esfuerzos, no lo logró.

Al día siguiente, Martín juntó todos los huesos y el alimento que le llevaba siempre a su mascota y no lo encontró. Al preguntar por el paradero del animal, sus familiares no supieron qué decir.  "Todavía no le dijimos que lo mataron, no sabemos cómo se lo va a tomar", manifestó la hermana del menor. 

Cuando Ruth Ruarte fue interrogada sobre cómo iban a afrontar la dolorosa pérdida, esta contestó que como familia están en la búsqueda de un nuevo perrito, que sea cachorro. "Queremos que haga lo mismo que hizo con Fido, que crezcan juntos", dijo. 

La familia culpa a la delincuencia del barrio y tienen sospechas de un vecino en particular. "Es maldad pura lo que hicieron, ¿qué ganan?", manifestó con dolor Ruth. 

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