Los envoltorios comestibles parecen ser la opción para evitar la basura plástica. Y hasta son sabrosos, dice una investigadora que entrevistó DW en una Conferencia de Química Verde, en Berlín.

DW: Usted acaba de presentar sus investigaciones sobre un material comestible para envolver alimentos en la Conferencia de Química Verde y Sostenible en Berlín. ¿Podría decirnos en qué consiste exactamente?

Tatsiana Savitskaya: Una lámina comestible es una capa delgada que se coloca como una barrera entre el alimento y el entorno, y que puede ser consumido. Es un material comestible que cubre el alimento, un envoltorio primario. Por ejemplo, una naranja tiene dos coberturas: una externa y otra interna. La cobertura interna es similar a una película comestible. El film comestible se puede usar para prolongar la vida de los alimentos que se guardan y protegerlos de las bacterias. El componente principal del film comestible es el almidón, y también se le pueden agregar otros aditivos naturales para darle mejor sabor, como, por ejemplo, pimienta o curry. Sería genial, porque la combinación de pimienta y curry es muy útil en la lucha contra el cáncer. De ese modo, el alimento también tiene una función curativa.

¿Para qué tipo de alimentos se puede utilizar esta película comestible?

Un ejemplo es el envoltorio para caramelos. Hay un tipo de caramelos que se pega al papel, como los de dulce de leche. Si lo envolvemos en un film comestible, se puede comer el dulce sin tener que sacar la envoltura. También hemos envuelto con él carne y pescado. Se lo puede usar para empaquetar y luego freír, ya que se le puede agregar aceite, además de especias. De ese modo, se puede freír carne o pescado directamente con el film comestible sin que se pierda la humedad del alimento, ya que es una barrera que conserva la humedad y el sabor. El papel para freír que se usa hoy en día, por el contrario, no es adecuado, porque luego de freír hay que tirar el papel, y eso aumenta la cantidad de desechos. El film comestible, en cambio, los reduce.

Otro ejemplo interesante son los fideos instantáneos. Dentro del paquete de fideos instantáneos hay algunas especias, sal y aceite en pequeños paquetes. Propusimos que se empaquetaran con el film comestible, ya que puede disolverse en agua hirviendo y no cambia el sabor de los fideos ya que el principal componente es el almidón. Incluso intentamos usar la película comestible para envolver porciones de miel para el té. Solo basta colocar la porción en el té y se disuelve inmediatamente, sin tener que tirar nada. Y el sabor de la miel es exquisito.

Si se tiene en cuenta el volumen total de la basura de plástico en el planeta, la mayor parte proviene del empaquetamiento de alimentos. Por eso el film comestible es favorable para el medioambiente, ya que con él disminuye la cantidad de basura plástica. También es interesante para envolver pan y hasta alimento para astronautas. Y es muy conveniente porque pueden consumirlo sin tener que desecharlo.

¿Se podría cubrir la carne en los supermercados solo con la película comestible?

No. Nuestra envoltura comestible solo sirve para paquetes primarios. Por ejemplo, para un bistec se necesita también un envoltorio externo. Es decir, que podríamos envolver un bistec en film comestible y luego empaquetarlo en una bolsa de papel. El papel también es biodegradable. De cualquier forma reduciríamos el volumen de los empaquetados porque los reemplazamos por un envoltorio interno.

¿Qué la inspiró a investigar para encontrar un envoltorio comestible?

Trabajamos mucho con polímeros naturales y sabemos que hay problemas con los envoltorios biodegradables. En abril de 2015, el Parlamento Europeo y la Comisión Europea crearon una norma para reducir el consumo de bolsas de plástico livianas. En esa directiva también hay algunos puntos acerca de los envoltorios biodegradables. Los plásticos “biodegradables” usualmente se combinan con polímeros naturales como el almidón, pero es un error llamar a ese plástico “biodegradable” porque solo el aditivo es biodegradable. Con el tiempo, los fragmentos de plástico se convierten en partículas más pequeñas, pero esas partículas permanecen en el medioambiente y lo polucionan.

La era del verdadero plástico biodegradable aún no ha llegado. Sin embargo, hay muchas aplicaciones de este film comestible en el futuro. Eso creemos.

La profesora Tatsiana Savitskaya es licenciada en Química y nació en Bielorrusia. Es profesora del Departamento de Química y vice decana del Departamento de Ciencia en la Facultad de Química de la Universidad Estatal de Bielorrusia.

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