Para Katy Perry no todo son rosas en su noviazgo con Orlando Bloom. En una entrevista, la cantante reveló que la distancia que los separa es un poco molesta.

Es que Perry vive en la ciudad de Los Angeles y tiene que conducir hasta el balneario de Malibú, donde vive el actor inglés.

"Mi novio vive en Malibu y acostumbrarme a eso (el conducir) fue como '¿me estás bromeando? ¿Qué clase de vida es esta?'", le confesó la cantante de 31 años a Women’s Wear Daily.

La intérprete de "Fireworks" dijo que una vez que se acostumbró al largo viaje en auto para ver a su amor, descubrió que hacía más viajes volviendo al lugar donde se crió, Santa Barbara, que queda a poco más de una hora de Malibú.

"Nunca me acostumbré a Malibú porque es a mitad de camino a Santa Barbara, así que siempre estoy yendo a Santa Barbara. Entiendo todo el asunto de venir a Los Angeles y vivir en la playa, pero es tan lejos, nadie va a ir a visitarte", explicó Perry.

Sin embargo, ella y su novio de 39 años han sabido encontrar un equilibrio para verse, según contó la artista a la publicación. Y no solo ella conduce para verlo sino que Bloom también la ha acompañado cuando visitó su ciudad natal.

"Sigo pasando mucho tiempo allí porque es donde crecí", contó Perry. "Crecí en la parte más pobre de Santa Bárbara… En realidad mi novio no me creía y le dije: 'Voy a llevarte a mi casa y puedes usar Google Earth para localizarla'".

Perry y Bloom han estado saliendo desde principios de este año, cuando en la entrega de los premios Globo de Oro se los vio muy cariñosos.

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