En medio de su estadía en Sidney, Australia, Selena Gomez fue fotografiada en traje de baño y varias personas la han criticado por un supuesto sobrepeso y no lucir un cuerpo perfecto.

En las instántaneas, a la intérprete estadounidense también se le puede ver la cicatriz que quedó en su cuerpo tras someterse a un trasplante de riñón en 2017.

Tras las críticas, Selena utilizó su cuenta de Instagram para responder y sus certeras palabras le pusieron fin al tema.

“El mito de la belleza: una obsesión con la perfección física que atrapa a la mujer moderna en un círculo interminable de desesperanza, autoconciencia y odio hacia sí misma mientras intenta cumplir con la definición imposible de la sociedad de ‘belleza perfecta'. Yo elijo cuidarme porque quiero, no tengo que demostrarle nada a nadie. Viento en popa”, escribió Gomez en la mencionada red social.

Publicidad