Los recién casados, Justin Bieber y Hailey Baldwin, sorprendieron al mundo recientemente al mostrar todo su amor en la portada de la revista Vogue.

Con el título "Justin y Hailey: torbellino romántico" y fotografiados por la destacada Annie Leibovitz, la pareja aparece abrazada sobre el césped en una pose muy romántica. En la imagen, Bieber aparece sin camisa, mientras que Hailey lleva lo que parecería un vestido de novia con detalles de pedrería.

En el artículo revelaron una serie de detalles relacionados al romance que mantuvieron por 12 meses en el contexto de una amistad de casi diez años y lo que ocurrió antes y después de que dieran el sí en septiembre pasado en Nueva York.

Pero algo que evidentemente llamó la atención fue el hecho de que ambos confesaran que esperaron hasta la boda para consumar su romance.

De acuerdo a lo consignado por Vogue, Justin reveló que "tenía un legítimo problema con el sexo. Dios no nos pide que no tengamos sexo por él, él quiere reglas y otras cosas. Él dice algo como 'estoy tratando de protegerte del dolor y la pena'. Creo que el sexo puede causar mucho dolor. A veces la gente tiene sexo porque no se sienten suficientes, porque carecen de autoestima".

"Las mujeres hacen eso, los hombres hacen eso. Quiero re dedicarme a Dios en esa forma porque realmente creo que es mejor para la condición de mi alma. Y creo que Dios me bendijo con Hailey como resultado. Hay ventajas. Te recompensan por un buen comportamiento", añadió.

 

Tan en serio se tomó el cantante el tema del celibato (el que llevaba practicando por un año), que esa fue una de las razones por las que decidieron precipitarse a contraer matrimonio por el civil. 

Aunque el romance comenzó oficialmente en junio de 2018, la pareja se conoció en 2009 en el set del programa Today. Según comentaron, cuando la amistad se transformó en amor, Justin se encontraba en un "lugar muy oscuro" de su carrera y de su vida personal.

 

"Sucedieron cosas negativas de las que todavía tenemos que hablar y trabajar", agregó la joven de 22 años. "Hubo un período en el que si entraba en una habitación, él salía", reconoció.

Y agregó: "Quiero que la gente sepa eso. Venimos de un lugar realmente genuino. Pero somos dos jóvenes que aprendemos sobre la marcha. No te levantas todos los días diciendo: Estoy absolutamente enamorado y tú eres perfecta'. Eso no es lo que es estar casado", finalizó.

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