Esta noche, después de "Tele13", debuta la séptima temporada de "En su propia trampa", programa en donde Emilio Sutherland va detrás de los delincuentes y busca hacerlos pagar por sus fechorías. Y dentro de las variadas novedades que tiene este nuevo ciclo, destaca la inclusión de Rodrigo Avilés, el recordado "Gallina" de "Yingo".
"Nos tocó una misión que en un principio yo pensé que era fácil, que era atrapar a los peces más pequeños, deudas de amigos o compañeros de trabajo por ejemplo, pero la verdad es que con el primer caso ya me asusté y hasta me cuestioné si seguía o no", cuenta Avilés, agregando que "tener que lidiar con gente que debe plata es bien especial, porque pueden hacer cualquier cosa con tal de salvarse de un conflicto así".
En ese sentido es que el primer caso de estos "Cobradores humanos" terminó en una gran pelea que, como relata Rodrigo, le hizo cuestionarse su continuidad en el espacio por lo rudo y duro que podría ser, pero añade que "finalmente dije no puedo ser tan gallina, tengo quer ir y aprender de este programa, del tío Emilio y de la Maca (Venegas), que son gente de oficio que sabe a lo que va".
La joven figura de TV dice que para prepararse para este nuevo desafío observó las anteriores temporadas de "En su propia trampa" y que está muy entusiasmado de ser parte del proyecto porque "hoy hay mucha gente mala, pero tiene que haber una luz de esperanza y creo que este programa es la luz de esperanza que hay en la televisión".
"No puedo ser niño toda la vida"
La noticia de la llegada de "Gallina" a "En su propia trampa" causó bastante sorpresa por el perfil que él ha cultivado en la pantalla chica, acerca de lo que señala que "efectivamente es algo totalmente diferente a lo que venía haciendo, yo siempre he hecho programas más de relajo y de entretención, y esto es mucho más tenso y real".
En ese sentido, destaca que "me hace entrar en un tipo de televisión que no había experimentado, le da un vuelco al personaje y eso es algo que algún día tenía que tocarme, porque no puedo ser niño toda la vida, si ya tengo 27 años".
Dentro de eso, Avilés declara que "no cualquiera podría venir y hacer esto, porque es casi venderle el alma al diablo, por lo que implica enfrentarse a este tipo de personas... pero no me quedaba otra que aperrar. Lo que sí, yo creo que esto me va a beneficiar mucho, no en el sentido televisivo, sino en el sentido de la vida, de experiencia de vida. Antes de morir voy a decir puchas que hice cosas y esta es una de las cosas que quería hacer", sintetizando que "quiero aportar un granito a la civilización y ser como un pequeño justiciero".