Luego de años alejada de la pantalla chica, la actriz mexicana Verónica Castro selló su regreso en "La casa de las flores", una comedia negra recién estrenada en Netflix que cuenta el quiebre al interior de una familia tradicional que administra una florería y es desengañada por una serie de hechos que se conocen desde el primer capítulo. Ya durante el rodaje de la producción en 2017, la actriz de 65 años confesaba a T13.cl el desafío que el intenso ritmo de la trama le resultaba desafiante.

Venida del mundo de las teleseries, Castro se hizo famosa en toda América Latina por sus roles en clásicos "Rosa Salvaje" y "Los ricos también lloran". Aunque en el pasado ha hecho varias veces de madre, la actriz asegura que Virginia de la Mora -su personaje- es distinta a todas: “Aquí el problema es que me sueltan todas las broncas (problemas) a mí desde el primer capítulo y yo les decía...con el primer capítulo no puedo, qué es esto".

El trailer de "La casa de las flores"

Entre risas, la madre del cantante Cristián Castro cuenta que pidió algunos detalles de la historia para anticiparse, pero la respuesta fue un poco más allá: “Yo siempre les digo (a los productores), denme carne, carnita para estudiar, prepararme y hacer las cosas bien pero no, este me tiró no la carne: el asador, la carne y todo en el primer capítulo y luego qué va a pasar... es de infarto, a cualquier mujer no le pasaría. Me da un infarto en el primer capítulo. Le digo, ¿qué más le puede pasar a esta mujer? No le pueden pasar más cosas. Te juro que tenía miedo de leer el segundo capítulo”. 

Guardando los resguardos del spoiler, en el primero de los trece capítulos de “La casa de las flores” se puede ver una gran fiesta, una serie de verdades ocultas y una cruda muerte. Todo cruzado por una cuota importante de humor negro.

La futureada 

Verónica Castro vuelve una y otra vez sobre el rol de Manolo Caro para que ella se animara a regresar después de “Los exitosos Pérez”, una telenovela emitida entre 2009 y 2010 que fue su última aparición importante. Resulta que Caro además de una figura reconocida por sus éxitos de taquilla en el cine, es un buen amigo de su hijo menor Michel. 

Aunque el director insiste en que tuvo que convencerla para que actuara, ella resume un encuentro en 2016. En esa época, Caro fue a ver a Castro en el musical "Aplauso" montado en Buenos Aires y luego ella lo interpeló: "Llevas a todo el mundo a trabajar y yo qué, nunca me dices nada (...) Me encantaría, dame chamba", le dijo.

Castro aclara que el único requisito para volver frente a las cámaras era un proyecto que lo valiera, pues a su juicio “volver a lo mismo de antes para mí era muy fácil, es un paso conocido, hacer lo mismo y está fácil para mí. Te sientas o te paras o hablas con la gente que conoces y no pasa nada. A la gente le gusta también eso, pero ya lo había hecho”.

Por otra parte, ve en la plataforma de Netlix una oportunidad: “Quería que me dieran la oportunidad de futurear y como están entrando al futuro y esta es una futureada, digo a ver si la viejita logra llegar, al menos a asomarse a la pantalla de ellos y cuando (Manolo Caro) me habló fue muy lindo. Fuimos a cenar después del teatro y me platicó una historia muy interesante, diferente”. 

Esa conversación en Buenos Aires se transformó luego en “La casa de las flores”, una serie que instalando temas como la bisexualidad y la transexualidad ha logrado cautivar a públicos más jóvenes que los que normalmente siguen a Verónica Castro. Alrededor del mundo, algunos hablan de “la telenovela millenial”.

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