La pandemia del COVID-19 no solo ha golpeado en términos sanitarios, sino también en ámbitos de la salud mental.

A los cuadros de estrés por la falta de límites entre la vida personal, las labores de la casa y el trabajo se ha sumado un nuevo factor: la ansiedad vinculada a la propia imagen.

Un reciente estudio desarrollado por el profesor de psicología social Viren Swami y publicado en la revista “Personality and Individual Differences” determinó que el estrés y ansiedad asociado a la pandemia por coronavirus tiene vinculación directa con la percepción de una imagen personal negativa.

La muestra contó con 506 personas –255 mujeres y 251 hombres– y arrojó que en el caso de las mujeres los cuadros de ansiedad vinculados a COVID-19 se asociaban con la insatisfacción en la imagen corporal, mientras que el estrés estaba relacionado con tener cuerpos delgados. 

En el caso de los hombres, la ansiedad iba asociada a la insatisfacción con la grasa corporal, en tanto que el estrés estaba relacionado con el deseo de tener un cuerpo con mayor musculatura.

El profesor de psicología Viren Swami asegura que los resultados de su estudio podrían explicarse porque “nuestro tiempo en pantalla aumentó, lo que significa que es más probable que estuviéramos expuestos a ideales atléticos o delgados a través de los medios, mientras que la disminución de la actividad física puede haber aumentado los pensamientos negativos sobre el peso o la forma”.

Para el Doctor Esteban Torres, destacado cirujano plástico reconocido por la Sociedad Chilena de Cirugía Plástica, “Tenemos videoconferencias, videollamadas y vemos cosas que antes no veíamos y claramente que a algunos no les gusta. Por otro lado, producto de la pandemia, la falta de ejercicio, la confinación, el estrés, la angustia, muchos hemos subido de peso y con eso viene un aumento en la consulta de cirugía plástica”.

Los cuadros de ansiedad y estrés por la imagen también están relacionados a Trastornos de la Conducta Alimenticia (TCA) como anorexia, bulimia y atracones. Si bien en Chile no se manejan cifras exactas sobre este tipo de patologías, algunos especialistas han estimado el incremento de consultas durante la pandemia en torno al 20%.

Finalmente, el Doctor Esteban Torres puntualiza que “Sin considerar todo lo que ha ocurrido con el ‘efecto Zoom’, todos tenemos muchas reuniones, evaluaciones, trabajo por lo que se llama teletrabajo y eso hace que se observen muchos detalles, arrugas, imperfecciones que antes uno no veía. Por lo tanto, tenemos muchos pacientes que están tratando de corregir esos defectos. Pero siempre es necesario que estos procesos sean vistos de manera profesional por un equipo interdisciplinario a fin de orientar a la persona para que sepa si es necesario o no un tratamiento estético para su caso. La salud mental es primordial antes de recurrir a una cirugía o tratamiento”.

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