El investigador belga Guy Smagghe de la Universidad Politécnica de Madrid (UPM), experto en control de plagas de insectos de forma sostenible, advierte que un 24% de las abejas silvestres europeas podría desaparecer antes de 5 años.

Su sistema para el control biológico de plagas, actualmente utilizado por el 95% de los cultivadores de tomates de Almería, ha sido desarrollado de forma conjunta con la UPM, con la que lleva colaborando 25 años.

Este entomólogo de la Universidad de Gante valora en EUR 153.000 millones anuales los servicios de polinización que hacen los insectos, lo que equivale al 9,5% de la producción agrícola mundial.

El 46% de las especies de abejorros europeos está en regresión y, de ellos, la mitad en peligro de extinción. Sin la polinización, el suministro de frutas, hortalizas y estimulantes como el café y el cacao no cubriría la demanda actual, ya que 70% de los cultivos dependen de ella, advierte Smagghe.

"Necesitamos una agricultura sostenible para alimentar a una población que alcanzará los 9.000 millones de personas en diez años", declara este científico, para quien los insectos pueden contribuir a la producción alimentaria.

Para ello, se emplean enemigos naturales, insectos buenos que controlan a los malos, además de sustancias químicas seguras y estrategias biológicas, como las avispas parasíticas que ponen sus huevos sobre las orugas que atacan los tomates, un trabajo realizado en colaboración con la UPM.

Otra forma es silenciar algunos genes mediante la técnica de ARN interferente (ARNi). "No es una manipulación genética, sino que impide la producción de una proteína sin la cual el insecto no sobrevive. Ha funcionado contra el escarabajo de la papa de invernadero, el del boniato en África y en los cítricos", explica Smagghe.

Y agrega: "La agricultura de Almería es muy verde, porque más del 95% de los cultivos emplea control biológico, reduciendo los pesticidas y aumentando la seguridad alimentaria en los últimos diez años, uno de los pilares de mi trabajo con la UPM".

También en los olivos andaluces se controla así la mosca de la aceituna. Además, mantiene una colaboración con la Universidad de Murcia para el manejo integrado del control de plagas y la polinización con abejas silvestres.

La renaturalización del río Manzanares en su paso por Madrid es un claro ejemplo de cómo estimular la biodiversidad dentro de la ciudad, promoviendo la urbanización con espacios verdes. A orillas del río, se han plantado especies de flores buenas para las abejas, que, junto con el agua, mejorarán la calidad de la vida urbana, asegura este científico.

Ante la cumbre del clima, que se realizara en diciembre en Madrid, Smagghe pide salvaguardar la biodiversidad de las abejas y su servicio de polinización, que son cruciales para el planeta, además del apoyo a los planes nacionales de mejora ambiental que ya han iniciado varios países europeos.

Los dirigentes mundiales tienen que ayudar a los pueblos, a las ciudades, a las empresas, a la industria, a la agricultura a proteger la biodiversidad y avanzar en sostenibilidad por el bien de toda la sociedad, concluyó el investigador belga de la Universidad Politécnica madrileña.

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