Una familia de Maryland, Estados Unidos, se llevó el susto de sus vidas luego que compraran un ataúd de utilería para una fiesta de Halloween y encontraran dentro cenizas de una persona.

Los restos pertenecían a Edith Crews, una mujer de 74 años que falleció en enero por COVID-19 y que fue cremada, según detalló New York Post.

La familia Wozniak al abrir el féretro hallaron diversos artículos personales de Edith, además de un certificado de defunción que incluye su número de seguro social, un brazalete de ingreso al Hospital de la Universidad George Washington y una foto de ella.

Tras el hallazgo, Brooke Wozniak subió un video a TikTok mostrando el ataúd y esperando a encontrar a la familia de la mujer para de esta manera devolver las pertenencias.

Todos estaban en estado de shock. Y realmente no sabíamos cómo sentirnos al respecto”, dijo Wozniak a Fox 5 Washington DC. “Mi primera reacción fue, tenemos que encontrar a la familia. Tenemos que encontrar a quien sea el pariente más cercano o a quien la conozca”.

Gracias al video en la red social, el nieto de Edith pudo dar el aviso a su madre sobre lo ocurrido con los restos de su abuela.

Ante esto, según detalló New York Post, la mujer de 74 años era pastora comunitaria y murió sola ya que los miembros de su comunidad ni su familia pudieron visitarla a raíz del coronavirus.

Además, Sabrina comentó que luego de la muerte de su madre habían alquilado el ataúd a través de Freeman Funeral Services en Clinton, Maryland, para el servicio y la cremaron después.

La propietaria de la empresa funeraria dijo al medio estadounidense que investigan lo ocurrido, pues algunos féretros fueron enviados a un negocio de chatarra para ser destruidos, pero algunos terminaron en Market Place como objeto de utilería, que es al parecer lo que utilizó.

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