La instrucción es la siguiente: Dale play a la imagen, mira por diez segundos el punto blanco de la fotografía superior y luego mira el cuadro de Vincent van Gogh "La noche estrellada". 

Solo haz caso y serás parte de una ilusión óptica gracias a los espirales en movimiento de una de las principales obras del artista. 

Parece magia pero tiene su explicación. ¿De qué se trata?

Lo que ves se llama "efecto posterior al movimiento", es decir, corresponde a una fuerte ilusión de movimiento resultante de la exposición a un patrón también en movimiento.

En otras palabras, si miras fijamente algo en movimiento, una imagen estática, por ejemplo, parece desplazarse si lo observas inmediatamente después. 

El sitio Verne explica que algunos expertos señalan que esta ilusión se puede deber a que tardamos en readaptar nuestra percepción tras someterla a esos espirales que no paran de girar, por lo que momentáneamente, todo sigue girando. 

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