Los duques de Sussex anunciaron que emprenderán acciones legales contra el diairo británico Mail On Sunday después de que supuestamente publicaran ilegalmente una de las cartas privadas de Meghan Markle.
En una larga y muy personal declaración publicada en el sitio web oficial de la pareja real, el príncipe Harry dijo que habían sido impulsados a emprender acciones legales después del impacto "doloroso" de la "implacable propaganda" contra su esposa de la prensa sensacionalista británica.
Al hacer referencia a la cobertura de prensa de su madre, la princesa Diana, el duque dijo que "su miedo más profundo es que la historia se repita".
Él escribió: "He visto lo que sucede cuando alguien que amo se convierte en mercancía hasta el punto de que ya no son tratados o vistos como una persona real".
Y agregó: "Perdí a mi madre y ahora veo a mi esposa ser víctima de las mismas fuerzas poderosas".
El bufete de abogados Schillings, que representa a la duquesa, dijo que había presentado un reclamo del Tribunal Superior contra el periódico y su empresa matriz Associated Newspapers por el presunto mal uso de la información privada, la infracción de los derechos de autor y la violación de la Ley de Protección de Datos de 2018.
Una portavoz de la firma afirmó que la publicación "intrusiva" de la carta era parte de la campaña del grupo de medios para escribir "historias falsas y deliberadamente despectivas sobre ella, así como sobre su esposo".
Los procedimientos legales en la División de Cancillería del Tribunal Superior están siendo financiados de manera privada por Harry y Meghan.
Dependiendo del fallo de la corte, los ingresos de cualquier daño se donarán a una organización benéfica contra el acoso escolar.
La portavoz de Schillings agregó: "Dada la negativa de los periódicos asociados a resolver este problema de manera satisfactoria, hemos emitido procedimientos para corregir esta violación de la privacidad, la infracción de los derechos de autor y la agenda de medios antes mencionada".
En su declaración, Harry dijo que él y Meghan creían en la "libertad de los medios y la presentación de informes objetivos y veraces" como "piedra angular de la democracia".