A través de TikTok, se ha viralizado un trend acerca del imperio romano, donde muchos se preguntan "¿Con qué frecuencia piensas en el Imperio Romano?".

En dichos registros, decenas de mujeres publican acerca de la frecuencia con la que sus novios u esposos piensan en ello, donde se evidencia que lo hacen más de una vez al día.

Sin embargo, ¿A qué se debe dicha motivación? En diálogo con la revista Time, el historiador Tom Holland entregó su tesis.

Experto interpreta trend viral de TikTok:

Al respecto, el especialista señaló que -en su opinión- el Imperio Romano era "el depredador supremo de la Antigüedad: poderoso, terrorífico".

En ese sentido, añade que el hecho de que hubiese ocurrido hace tanto tiempo, el público moderno no se siente tan incómodo con los actos crueles y violentos del Imperio Romano como con ejemplos recientes.

"Los romanos, al igual que los dinosaurios, no son simplemente glamurosos, sino que también se han extinguido", apunta.

"Los romanos, más que ningún otro pueblo antiguo, parecen ofrecer a Estados Unidos un reflejo distorsionado de sí misma", reflexionó.

"Al igual que los conservadores estadounidenses de hoy miran con nostalgia a los Padres Fundadores como patrocinadores de una época de ruda independencia y virtud, los Padres Fundadores miraban con la misma nostalgia a los primeros años de Roma", añadió.

"Allí, para cualquier república naciente victoriosa en una guerra contra una gran monarquía, había un cuento moral que no podía, sino servir de inspiración", explicó.

"Los romanos, como los estadounidenses, habían sido gobernados por un rey; entonces, decididos a no vivir más en la servidumbre, se atrevieron a todo en una heroica y finalmente exitosa campaña para expulsarlo", apuntó.

El historiador afirma que tanto Estados Unidos como Roma sufrieron las guerras de Irak, el auge de superpotencias rivales, "venganzas políticas perseguidas en los tribunales" y "la aparición de radicales que predicaban que los últimos serían los primeros y los primeros los últimos, para excitación de muchos y consternación de otros".

En ese sentido, Holland concluye que cuando los estadounidenses piensan en Roma están pensando en una civilización que es "extraña y familiar; aterradora y glamurosa; extinguida con seguridad y la imagen de ellos mismos".

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