Todo vale a favor de la educación, y para evitar el cierre de una clase como consecuencia de la falta de niños de la edad entre 6 a 8 años, los residentes de un pequeño poblado francés a los pies de los Alpes inscribieron simbólicamente a quince ovejas.

Este martes por la mañana, un granjero local ingresó a la escuela con unas cincuenta ovejas y su perro, y quince de los lanares (con sus partidas de nacimiento en regla) fueron inscritos en presencia de alumnos, padres y maestros. 

Los nuevos alumnos inscritos como "Saute-Mouton" (Salta carnero), "Baaaaah-Beast" (onomatopeya de balidos) y "Panurge" (aborregarse), entre otros, fueron integrados a las listas de la escuela de Crets en Belledone.

La escuela había sido informada en marzo que una de sus once clases probablemente cerraría en septiembre tras una leve caída en la matriculación, de 266 a 261 alumnos. 

Gaëlle Laval, miembro de una asociación de padres y una de las organizadoras de la iniciativa dijo: "aquí hay niños en dificultades, pero a la educación nacional no le preocupan los argumentos sobre el terreno, sino solamente las cifras". 

"Con esto, no debería tener lugar el cierre" de la clase, sonríe Gaëlle Laval, quien reconoció "haber jugado con el humor para movilizar a la gente", y así evitar un verdadero "desastre" en esta escuela, en la alcaldía local ha invertido mucho en estos últimos años. 

Los padres de los alumnos también subrayaron que con una clase cerrada, las otras más pequeñas tendrían una gran sobrecarga de niños en el inicio de las clases del curso 2019-2020, en el otoño (boreal).

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