Después de dos años complicados, Johnny Depp quizo contar cómo ha sido etapa más oscura en una entrevista con la revista Rolling Stone. Una conversación de tres días en la mansión de Londres del actor con el periodista Stephen Rodrick que costó 200 mails y un mes de negociación para llevarse a cabo.

Durante los tres días en la casa de Depp —donde, según Rodrick, se mostró "divertidísimo, astuto e incoherente"— habló de la "aguda depresión" que pasó cuando se hundieron su vida amorosa y financiera a la vez. "Caí hasta lo más bajo que se podía", dijo con la voz hundida. "El próximo paso era: "Vas a llegar a algún lado con los ojos abiertos y vas a salir de allí con ellos cerrados. No podía soportar el dolor en mi día a día".

El complejo divorcio de Depp con Amber Heard en 2016 es el tema donde no se atreve a decir su nombre, pero está inextricablemente vinculado a los problemas de Depp. 

En febrero de 2017 se hizo pública la primera noticia sobre sus dificultades económicas. Un despacho de abogados lo demandó por un préstamo impago para comprar un yate, decenas de autos de lujo, vino y aviones privados.

A partir de ahí se fue sabiendo que había malgastado su fortuna, estimada en más de 650 millones de dólares, y que se enfrentaba a importantes multas tras no pagar impuestos durante años. Él demandó a sus ex asesores y ellos lo acusaron de despilafarrador. Ahora Depp, en ocasiones con lágrimas en los ojos, se dispuso a contarlas.

En la entrevista habla sobre esos millonarios caprichos y bromea con ellos. Así, contesta a la información de sus antiguos administradores, que aseguraron que gastaba 30.000 dólares al mes en vino. "Es insultante decir que gastaba 30.000 dólares al mes en vino. Porque era mucho más", afirmó con ironía.

Otro de los gastos de que lo acusan es de tener un ingeniero de sonido "que le iba narrando el guión por un auricular mientras grababa". Él no lo niega, aunque asegura que lo tenía porque le ayudaba a "crear la verdad", a que él se esforzara en la parte facial y no en el texto: "Si no hay verdad tras los ojos, da igual cuáles sean las putas palabras".

Según explicó, su solución ante sus problemas fue salir de gira y ponerse a escribir unas memorias en una antigua máquina de escribir. "Me empapaba en vodka por las mañanas y empezaba a escribir hasta que se me llenaban los ojos de lágrimas y ya no podía ver las páginas",dijo mientras lloraba y se secaba con las mangas de su camisa blanca, describe la revista. "Seguí intentando entender qué había hecho para merecer esto. He intentado ser bueno con todos, ayudar a todos, ser sincero con todos. La sinceridad es lo más importante para mí".

Esas memorias se inspiran en los textos que escribió en su día su amigo, el periodista Hunter S. Thompson, que se suicidó en febrero de 2005. Uno de los principales gastos que se le asocian tienen que ver con él: al morir, mandó sus cenizas al espacio en un cañón especialmente diseñado para ello desde Aspen, Colorado. "Por cierto, no costó tres millones mandar a Hunter al puto espacio. Costó cinco", afirma.

Además, Depp habló sobre su familia y sus hijos, Jack y Lily Rose. "Mi hijo tuvo que escuchar que su viejo perdió todo el dinero de boca de los niños en la escuela, eso no está bien", dijo emocionado.

También hizo referencia a su madre y dijo que gastó millones al año en seguridad para ella: era "por si necesitaba una ambulancia". De hecho, su madre fue el centro de sus cuidados. Lo primero que hizo con su fortuna fue comprarle una mansión. "Era una casa fantasma. Nadie hablaba. Creo que cuando conozco a gente, especialmente a mujeres, no pienso en otra cosa que "Voy a arreglarles la vida".

Pero también confesó: "Nunca me he salido de mi camino para herir a nadie. Cuando era niño, lo que me dijeron era que nunca empezara una puta pelea, pero si alguien te pega o invade tu puto mundo, acaba esa puta pelea. Para seguir las palabras exactas de mi madre: "Túmbalos con un puto ladrillo".

Publicidad