Hace tres años, Sona comenzó un difícil camino para dejar atrás su pasado masculino y formación militar. Esta mujer, que sorteó seis misiones en Irak y Afganistán como integrante de los Marines del Ejército de Estados Unidos, tiene actualmente 33 años y en Facebook se muestra como una fanática del ciclismo.

La mujer explica en su perfil de Facebook que, a pesar de haber alcanzado "el sueño americano" con un buen trabajo y una familia, se seguía sintiendo infeliz, por lo que aceptó su condición como transgénero y se sometió a una terapia de hormonas.

En 2012, luego de las seis misiones a Medio Oriente, Sona -en ese entonces se llamaba Matthew- pesaba 108 kilos, era fornido y musculoso, tenía una gran cantidad de barba y prácticamente nada de pelo en la cabeza. El trabajo que tuvo por delante fue realmente enorme.

Tal como informa el DayliMail, lo primero que hizo fue empezar a vestirse como mujer. Luego se sometió a tratamiento de depilación laser para eliminar la barba, se implantó senos y, finalmente, empezó un tratamiento con hormonas, que terminaron por convertirla físicamente en una muchacha amante del ciclismo.

Cambió las horas sentado frente al televisor por las salidas en bicicleta, una rutina que había abandonado por completo, y las clases de yoga; y la comida chatarra y el cigarrillo, por hábitos más saludables.

Esto le permitió armar la imagen que hoy muestra orgullosa. Fiel a sus deseos y con valentía, Sona publicó un video en su canal de Youtube mostrando su transformación paso a paso. 

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