En 1918 John Daniel se fue a vivir con Alyse Cunningham, quien lo adoptó después de que su hermano lo comprara en Londres por casi US$400.

Había sido capturado en Gabón cuando era una cría de gorila y llevado a Reino Unido, donde el hermano de Alyce, Rupert Penny lo vio a la venta en uno de las grandes tiendas.

Cuando Alyse lo adoptó, lo apodó Sultán y lo crió como un niño normal en su pueblo, Uley, una aldea rodeada de bosques de Gloucestershire.

John Daniel tenía su propio dormitorio y podía usar el interruptor de la luz y el inodoro.

Y los aldeanos eran muy aficionados al gorila, que jugaba con los niños, comía las rosas del jardín y bebía tazas de té.

John Daniel fue adoptado por Alyse Cunnigham y vivió con ella en Uley.

"No puede ser posible"

"Fue bastante único tener a un gorila creciendo en Uley", cuenta Margaret Groom, empleada del archivo municipal.

La funcionaria encontró allí varias imágenes del gorila, que incluyó en un libro sobre el pueblo que acaba de publicar.

"La gente todavía habla de ello y muchas personas no se lo creen, se preguntan cómo pudo ser posible", exclama.

Los niños de Uley se divierten llevando a John Daniel por la aldea en una carretilla

Una vez que alcanzó el tamaño de adulto, Alyse no pudo cuidar de él.

Por lo tanto, en 1921 se lo tuvo que vender a un estadounidense por mil guineas.

La mujer pensó que lo llevaría a vivir a una casa en Florida, pero el gorila terminó en el circo Barnum y Baileys.

Allá su salud se deterioró y, según le contaron a Alyse, el gorila la extrañaba mucho.

John Daniel terminó en un circo, donde su salud se deterioró hasta que murió de neumonía.

En 1922, Alyse zarpó hacia Nueva York, pero el gorila murió de neumonía antes de que ella llegara, a la edad de cuatro años y medio.

La historia de John Daniel también será parte de una exposición a finales de este año en Uley.

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