"Masterchef España" regaló uno de los momentos televisivos del año en su octava temporada. A inicios de mayo, una participante —de nombre Saray— fue eliminada inmediatamente del programa por presentarle a los jueces un pájaro muerto. Así de crudo: una perdiz con plumas y sin cocinar.

La reacción de Jordi Cruz, una suerte de Chris Carpentier español, fue impactante. "Has faltado el respeto a todos. Lo que has hecho no tiene ninguna justificación. Te has reído de todos. Ni se te ocurra abrir la boca, porque no tienes nada que decir", le dijo a la aspirante, expulsándola sin necesidad de pasar por el proceso de eliminación.

Si bien al comienzo Saray dijo que se había "bloqueado", luego aseguró que "lo volvería a hacer". Y hasta organizaciones sindicales salieron en su defensa por lo que consideraban malos tratos por parte de la producción del show televisivo que en Chile emite su edición "Celebrity".

De eso ya pasaron casi tres semanas, pero el nombre de Saray estaba todavía lejos de olvidarse.

Durante la última emisión de "Masterchef España", los concursantes dieron cuenta de un proceso de repechaje del que la mujer sí participó, contra todo pronóstico.

Incluso, lo hizo entregando unas insólitas disculpas.

"La forma en la que me fui de aquí... Me arrepiento tanto. Creo que me dio una embolia mental o algo", dijo Saray, añadiendo que "no soy una persona de tirar la toalla. Me alegro de que me dieran una segunda oportunidad para demostrar que soy una guerrera".

Jordi Cruz, en tanto, solo atinó a pedirle que "pase lo que pase hoy muestres respecto por la comida".

"Me siento muy mal. Quiero que vean a la Saray de verdad porque esa no era yo. Me entró el espíritu de la paranoia. Todo por no despeluchar el cuervo ese, pero hoy lo voy a hacer bien. Quiero dejar a los jueces con la boca abierta", apuntó Saray.

Sin embargo, las disculpas no le fueron suficientes para volver a ponerse el delantal blanco, ya que no fue considerada para reingresar al programa.

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