Las malas noticias llegaron directamente desde el Palacio de Buckingham, en Londres: "Estoy seguro de que los próximos 18 meses serán determinantes para saber si estamos en condiciones de mantener el cambio climático en un nivel que nos permita sobrevivir”, dijo hace poco el príncipe Carlos.

La BBC entregó la noticia sobre las palabras del heredero al trono, que rápidamente llegó a los titulares: solo 18 meses para salvar el planeta. También fue citado un científico alemán: "El mundo no se sanará en los próximos años, pero si no hacemos nada quedará herido de muerte”, dijo en 2017 el entonces jefe del Instituto de Investigación de los Efectos Climáticos de Potsdam, Hans Joachim Schellnhuber.

La buena noticia: no, el mundo no desaparecerá el 2020. La mala: Carlos y Schnellnhuber tienen razones para entregar sus diagnósticos.

1,5 grados: una meta ambiciosa

Por el momento, ningún científico puede decir cuándo ya será demasiado tarde para salvar el mundo. El climatólogo Hans-Otto Pörtner, codirector de un grupo de trabajo del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC), colabora con otros expertos para resumir los últimos desarrollos en materia de cambio climático. Pörtner afirma que en algo sí están de acuerdo: "Si superamos los 1,5 grados de calentamiento en comparación con la era preindustrial, los efectos serán cada vez más peligrosos”. Y mientras más se espera, más difícil resulta cumplir ese objetivo.

"En la década de 1990, la Unión Europea llegó a la conclusión de que el calentamiento global debía mantenerse por debajo de los 2 grados”, explica Wolfgang Obergassel, investigador de política climática internacional del Instituto para el Clima, Medio Ambiente y Energía de Wuppertal. "Tomó diez años convencer al resto del mundo sobre la importancia de esa meta”, afirma el especialista.

En la Conferencia Climática de Copenhague de 2009 la comunidad internacional acordó que el calentamiento global no debería superar los 2 grados. "Pero desde entonces la investigación siguió avanzando y quedó claro que incluso con 2 grados las consecuencias será graves”, dice Obergassel a DW.

Los países en desarrollo, que son los que más sufren con el cambio climático, hicieron presión. Sobre todo los pequeños estados insulares amenazados con el aumento del nivel del mar son responsables de que el Acuerdo de París de 2015 sea más ambicioso y se llegara al objetivo de los 1,5 grados. "Fue un compromiso al que se llegó tras largas negociaciones políticas”, explica Obergassel.

¿Qué dicen los modelos climáticos?

Cuándo se superarán los 1,5 grados de calentamiento es una pregunta que divide a los científicos. "Ya en la década de 2020”, dicen unos. "En 2040”, dicen otros. El IPCC publicó el año pasado un análisis sobre la meta de los 1,5 grados. "Llegaremos entre 2030 y 2052 a los 1,5 grados. Esto es lo que dicen los modelos climáticos, pero son solo aproximaciones”, explica Pörtner a DW. Eso significa que ya en 2030 la Tierra podría haberse calentado 1,5 grados si los países no actúan rápido.

¿De qué hablamos cuando hablamos de "preindustrial”?

Cuando el escocés James Watt mejoró en 1784 la máquina de vapor, dando inicio con ello a la industrialización en Inglaterra, nadie imaginó que también comenzaba allí el cambio climático. Desde entonces, la humanidad libera cada vez más y más dióxido de carbono en la atmósfera. El investigador climático estadounidense Michael M. Mann estima que en los primeros 100 años de industrialización, el planeta pudo haberse calentado hasta 0,2 grados.

Desde fines del siglo XIX, las emisiones de CO2 han aumentado cada vez con mayor velocidad debido al desarrollo técnico y a la industrialización mundial. El IPCC estima que el mundo se ha calentado 1 grado desde 1850 debido a los gases de efecto invernadero producidos por el hombre.

Menos emisiones desde 2020

Incluso un posible calentamiento global adicional de "sólo” 1 grado tendría consecuencias dramáticas: incendios forestales en Siberia, descongelamiento del permafrost, aumento del nivel del mar y olas de calor más frecuentes en Europa.

Para que el calentamiento se mantenga bajo los 1,5 grados, el mundo debería dejar de emitir CO2 hacia el año 2040, estima el IPCC. Para lograr eso, las emisiones a nivel mundial deben disminuir permanentemente a partir de 2020.

"Desde un punto de vista actual, parece una mirada ilusoria, porque considera que también las potencias, como Estados Unidos, China o India, comenzarán a partir de 2020 a reducir drásticamente sus emisiones”, advierte Pörtner. El escenario real es justamente el opuesto: todos los años las emisiones suben y suben. "La meta de los 1,5 grados no es garantía de nada. Por eso, cuanto antes lo intentemos, tanto mejor”, dice Pörtner.

Después del 2020, los estados volverán a negociar para ver si pueden alcanzarse objetivos más ambiciosos. Pörtner estima que todavía en 2020 el clima podrá salvarse, pero advierte: "Mientras más esperamos, más drásticas tendrán que ser las medidas que adoptemos”.

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