Este fin de semana, un "arcoíris al revés" fue visto en los cielos de Inglaterra.

Era igual a un arcoíris, pero en vez de tener sus extremos hacia abajo, los tenía hacia arriba; como si estuviera sonriendo (tal y como se aprecia en la foto superior).

Este evento meteorológico menor fue visto de norte a sur, atrapando la curiosidad de muchos que compartieron en las redes sociales las fotos de lo que estaban presenciando.

Pero ¿qué es?

Lo primero que hay que aclarar es que estos arcoíris boca arriba en realidad no son arcoíris.

De hecho, el término correcto para este fenómeno meteorológico es arco circuncenital o arco de Bravais.

"Se parecen al arcoíris y de alguna forma son similares", explica David Schultz, meteorólogo de la Universidad de Manchester.

"Pero la gran diferencia está en que los arcoíris son producidos por la curvatura de la luz y la separación de colores a través de las gotas de agua que caen de las nubes".

Y el arco circuncenital aparece cuando los rayos de sol refractan de una forma específica a través de los cristales de hielo atrapados en las nubes blancas y ligeras en forma de plumas o filamentos.

"Estos arcos se producen cuando la luz se dobla a través de los cristales en la nube y separa los colores" agrega Schultz.

Momento y lugar adecuado

Un arco circuncenital necesita que no haya viento, el Sol esté en la posición correcta en el horizonte y los cristales de hielo en posición.

El principio es parecido, comenta por su parte Hiro Yamazaki de la escuela de geografía de la universidad de Newcastle. "Es el mismo mecanismo que un arcoíris normal".

Lo que lo diferencia es la forma de las partículas a través de las cuales se refracta la luz del sol.

"En el caso del arco circuncenital, son placas de hielo hexagonales que componen la nube. Mientras que en el caso del arcoíris es una gota", aclara Schultz.

Los arcos de Bravais son relativamente comunes, a pesar de que para su aparición se requiere que se produzca una serie de circunstancias.

Para que la luz refracte de la forma correcta a través de los cristales y forme una sonrisa, el sol necesita estar a más de cinco y menos de 32 grados por encima del horizonte.

El aire también necesita estar relativamente quieto para que las partículas de hielo estén orientadas en la misma dirección.

Por lo general se necesita que no haya turbulencia y no mucha corriente ascendiente o descendente.

También ayuda que no se atraviesen muchas nubes que bloqueen la vista. Un raro lujo en el Reino Unido.

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