Se espera que las temperaturas en Estonia desciendan en enero hasta por lo menos -12ºC.

Pero para esta ardilla, el frío no parece ser un impedimento para buscar comida.

Podría conformarse con los alimentos que le dejan los residentes locales.

En cambio, prefiere zambullirse bajo una espesa capa de nieve para buscar avellanas y bellotas.

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