La noche de este domingo se confirmó la muerte del actor canadiense Nick Cordero de 41 años, estrella de Broadway y que estaba contagiado con el COVID-19.

El intérprete se mantenía internado en un hospital desde marzo por una neumonía derivada de la infección con el nuevo virus, pero posteriormente la enfermedad se complicó y lo mantuvo en un centro de salud de Los Angeles por cuatro meses hasta su muerte.

Cordero estuvo 42 días en coma, perdió 27 kilos de peso y le había sido amputada una pierna por una infección. Este fin de semana pasado su esposa, la bailarina Amanda Kloots había anunciado que su situación de salud no era buena y que ahora requería un doble trasplante de pulmón para sobrevivir.

"Dios tiene otro ángel en el cielo ahora", dijo Kloots en su cuenta de Instagram, confirmado el fallecimiento de Cordero, con quien tiene un hijo en común.

"Estoy incrédula y sufriendo en todas partes. Mi corazón está roto ya que no puedo imaginar nuestras vidas sin él. Nick era una luz tan brillante. Era amigo de todos, le encantaba escuchar, ayudar y especialmente hablar. Fue un actor y músico increíble. Amaba a su familia y amaba ser padre y esposo. Elvis y yo lo extrañaremos en todo lo que hacemos, todos los días", añadió.

 

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