La primera mujer que recibió el Premio Nobel de la Paz, fue Bertha Von Suttner en 1903. Nació en la aristocracia austrohúngara en Praga, en una familia de tradición militar. Desde joven recibió una muy buena educación en varios idiomas y materias, hasta que la fortuna de su familia se vio arruinada por lo que Bertha tuvo que buscar un trabajo como institutriz en la casa del barón Von Suttner.

En 1876 se fue a Paris para asistir como secretaria a Alfred Nobel, y luego se casa con el hermano menor del barón Von Suttner, quien desheredado por su familia por el matrimonio, decidió irse con Bertha a vivir durante 8 años a Georgia, en el Caúcaso.

Desde ahí el matrimonio Von Suttner se dedicó a escribir: él novelas de guerra y ella, breves ensayos e historias que firmaba como B.Oulet, que publicaba en diarios de Viena, donde volvieron en 1885. Con 46 años Berta publicó Die Waffen nieder! (¡Abajo las armas!) una novela donde cuestiona el orgullo de ser soldado como virtud social, y que los países entren en guerra cada cierto tiempo usando la dignidad y el patriotismo como pretexto. Además puso a las mujeres al centro del relato, quienes esperan que sus maridos soldados vuelvan a casa o que sus hijos no mueran en el campo de batalla. El libro fue llevado al cine en 1914 como “Abajo con Vaabnene”.

El valor por la paz hizo que en 1891 Bertha Von Suttner fundara la “Sociedad de la paz de Venecia” para así promover de la paz como una capacidad moral del hombre de entender desde la ética que no debe seguir usando la guerra.

Sus esfuerzos pacifistas por hablar y ser activista de la importancia de la paz fueron premiados en 1905 con el segundo Nobel otorgado a una mujer (la primera Marie Curie). El creador del galardón, Alfred Nobel, fue influenciado por Bertha en establecer dentro de los premios Nobel uno que premiara la Paz, junto a los de Literatura, Fisiología, Física y Química.

Viajó mucho haciendo conferencias, y escribiendo sobre la paz. En 1914, el mismo año que murió, Bertha habló en el Congreso Internacional de la Paz en The Hague donde además fue honrada como «generalissimo» del movimiento pacifista.

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