La primera pasión de Eliana Busch fue la natación, pero tras años de juventud brillando en ese deporte, se cambió a la equitación. Fue ya pasados los 80 años que retomó el nado en la categoría masters. En 2017 la chilena obtuvo medalla de bronce en el Mundial de Nado Master de Budapest, y sigue compitiendo. Busch comenzó entrenando el nado desde los 9 años; fue cuando se trasladó con su familia desde su natal Valdivia a Santiago, que sus padres la animaron a ella y a su hermana a hacer deporte. 

A los 11 Eliana ya era campeona en su categoría, y en los años siguientes acumuló títulos, mientras salía regularmente en la prensa contando sus triunfos como deportistas chilena destacada. A los 19 se alejó de la natación, tras conocer a quien sería su marido, un Teniente de Ejército de Caballería, con quien se fue a vivir a Viña del Mar, tuvo dos hijos, y se entusiasmó con la equitación. 

Las siguientes décadas Eliana Busch las vivió arriba del caballo, entrando al mundo de las clases de equitación una vez que ya se había separado, y montando y compitiendo. Fueron justamente los golpes y caídas, y las múltiples fracturas en su cuerpo a lo largo de las décadas, las que casi con 70 años la llevaron a retornar a la natación, un deporte con menos impacto y que se puede practicar sin problemas toda la vida. Eliana Busch no sólo volvió a nadar, sino que excelente atleta y entusiasta, volvió a competir. Como deportista amateur, ella misma se paga sus viajes y competencias, incluido el Mundial de Nado Master de Budapest, donde ganó dos medallas de bronce. 

Convertida en heroína nacional, comenzó a tener algo más de ayuda de auspiciadores, aunque siempre empujada por su propio bolsillo y el de su familia. Eliana se convirtió en una vocera de la tercera edad, abogando por la importancia del deporte y porque no se considere que la vida se acaba pasados los sesenta años. Ha ido a exponer a la Cámara de Diputados sobre las faltas y necesidades de la Ley del Deporte. Entusiasta y determinada, la deportista fue al Panamericano de Natación Máster en 2018, donde consiguió cinco medallas: tres de oro, una de plata, una de bronce, a los 83 años. Hoy es la nadadora octogenaria más rápida del país.

Publicidad