Es la única mujer en los naira, la moneda oficial de Nigeria. Y su legado quizás no es el tradicional; Ladi Kwali aparece retratada en el billete de 20 naira haciendo su arte y artesanía: la cerámica. Fue la más importante ceramista en su país, y sus bellas creaciones, hechas con la tradicional estética de sus raíces, son considerados objetos de arte de valor inmenso, y representativos del arte nigeriano.

Ladi -que significa nacida en domingo- era originaria de la aldea de Kwali. Creció trabajando la cerámica, siendo la artesanía una disciplina tradicional femenina en su país; la aprendió de sus tías y familiares con técnicas manuales y delicadas. Su habilidad y la belleza de sus creaciones, usando la influencia del pueblo Gbagyi, se hicieron famosas y eran codiciadas en los mercados locales.

Sus fuentes, platos y vasijas ornamentales fueron compradas por aristócratas de la región, y así llegaron a la casa del Emir de Abuya -la capital de Nigeria-. Ahí las vio el ceramista experto enviado por Gran Bretaña, Michael Cardew, quien la reclutó para la nueva escuela de cerámica; era la primera mujer en unirse al grupo. Ahí Ladi aprendió a usar las técnicas de torno y más, y su arte, representante del espíritu de su país, comenzó a tomar notoriedad internacional.

Usando simetrías y adornos geométricos, las piezas creadas por Ladi Kwali viajaron por Europa y América, y ella se convirtió en una embajadora artística de su país, dando exhibiciones y charlas, recibiendo distintos honores. Nunca aprendió a leer o escribir, pero vio el mundo, y fue celebrada, por la creación de sus manos. La ceramista fue nombrada miembro de la Orden del Imperio Británico por su excelencia, y Oficial de la Orden de Nigeria. Hoy, calles, edificios y más, llevan su nombre en su país.

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