La aclamada película Roma de Alfonso Cuarón muestra la vida de una trabajadora doméstica en Ciudad de México, lo que ha abierto un debate sobre las condiciones laborales de estas. A Marcelina Bautista la película le parece muy realista: ella misma vivió una vida parecida a la de la protagonista, y por lo mismo, se transformó en una activista y líder sindical.

Marcelina fue la tercera de doce hermanos. Nació en Tierra Colorada, Oaxaca, un lugar con pocas oportunidades para niñas como ella, que soñaba con ser maestra o abogada. A los 14 años partió a Ciudad de México, hablando sólo Zapoteca, para emplearse como trabajadora doméstica.

Pronto experimentó la discriminación de la sociedad y sus empleadores. Desde trabajo extra no remunerado, a avances sexuales, a abuso de todo tipo. Marcelina quería seguir estudiando pero sus horario no se lo permitían, igual se las arregló para aprender castellano, y luego de ir tomando cursos cuando podía. Algunos de ellos tenían que ver con derechos laborales, un tema que la inquietaba.

Se calcula que más de 2.3 millones de personas en México son trabajadores domésticos, en su mayoría mujeres. Hasta hace poco el país no reconocía para las trabajadoras domésticas el derecho a ocho horas laborales, sino doce, por ejemplo. Marcelina Bautista armó en 1988 el Grupo de Trabajadoras del Hogar La Esperanza, y comenzó a ir a encuentros internacionales del tema. En el año 2000 por fin fundó el Centro de Apoyo y Capacitación de Empleadas del Hogar, y luego trabajó en la sindicalización del gremio. El lema de la organización es “hacer visible lo invisible”, y entrega herramientas educacionales y apoyo laboral, mientras lucha por seguir normando los derechos de las trabajadoras domésticas.

Marcelina ha recibido varios premios por su trabajo, como el Premio Nacional por la Igualdad y No Discriminación de su país, además de otros honores. Ha alabado entusiasta la película Roma, y ha trabajado con el director Alfonso Cuarón para visibilizar nuevas luchas de su asociación; acaba de lograr que el Instituto Mexicano de Seguro Social lance un plan piloto para revertir condiciones de desigualdad.

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