Con 18 años, la inglesa Megan Dixon decidió empezar a trabajar con el objetivo juntar dinero para la universidad. Por lo mismo, decidió postular al restaurante Miller y Carter de Londres, donde vivió una horrible experiencia.

Fue citada a las 14:00 horas para tener una consulta con Shantel Wesson, la encargada de reclutar al nuevo personal. Dixon, quien no había tenido mucha experiencia laboral en el pasado, estaba un poco nerviosa, pero no por eso menos entusiasmada.

Cuando llegó la lugar se topó con Wesson. Ambas se sentaron a conversar, pero la reclutadora solo le prestó a atención a su café y a su celular durante los 10 minutos que duró la entrevista.

Después de eso, se despidieron. Megan le pidió a Wesson que le avisara cuando tuviera una respuesta.

Dos minutos después de salir del local, recibe un mensaje de Shantel. "La respuesta es no", decía el texto. Extrañada, Dixon le pregunta el por qué de la negativa respuesta, a lo que la reclutadora le responde: "No hubo química y las respuestas fueron algo básicas", acompañado de un emoji de una cara feliz con lágrimas de risa.

 

A través de su cuenta de Facebook, Megan se quejó de la poca profesionalidad de la mujer.

El post se viralizó, lo que generó cientos de críticas al local. Frente a esto, un representante salió a pedir disculpas y aseguró que el mensaje no era para la aspirante, sino para el jefe de la tienda y que había sido enviado por error a Megan.

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