A la hora de elegir los ingredientes de la pizza, existen dos bandos: los que gustan y no gustan de la piña.

Y el gran responsable de esto, Sam Panopoulos, murió este jueves a los 83 años. El creador de la pizza hawaiana falleció en un hospital, dejando una gran división entre los comensales de todo el mundo.

Panopoulos emigró a Canadá en 1954, cuando tenía 20 años, junto a sus dos hermanos.

Siete años después, lograron ser dueños del restaurante Satélite en Chatham, Ontario, a unos 290 km de Toronto.

Allí fue donde se dio origen a la controversial pizza. "Se la echamos (la piña) sólo por el gusto de hacerlo, y para ver a qué sabía", dijo Panopoulos, a la BBC. "Éramos jóvenes y hacíamos muchos experimentos", agregó.

La reacción de los clientes ante esta nueva receta fue exitosa, pues terminaron amando el plato agridulce, como el primer ministro canadiense, Justin Trudeau, que se considera un fanático y se apuntó en el team piña (#teampineapple) a principio de este año.

El presidente de Islandia, Guðni Thorlacius Jóhannesson, no está muy de acuerdo y en una oportunidad declaró que si pudiera prohibiría que le echaran piña a las pizzas.

Eso sí, en Twitter aseguró que: "No tengo el poder de hacer leyes que le prohíban a la gente poner piña en su pizza y no quiero tenerlo".

Ante esto, el creador de la variedad hawaiana comentó que no entendía la oposición del presidente a la cobertura de piña, ya que pensaba que le daba una mordida "refrescante" al plato.

Pese a que algunos alemanes reclaman que realmente se basa en un sándwich de piña, queso y jamón llamado Toast Hawaii, popular en la década del 50, Panopoulos argumenta que el tropical nombre se debe a la lata de piña que utilizaron en la primera creación.

Según cuenta la BBC, el obituario de Sam Panopoulos lo describe como una "personalidad inolvidable", cuyo "sincero y franco sentido del humor, su risa en auge y su franca honestidad serán perdidos por su familia, amigos, ex empleados y clientes".

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