Cuando Rebecca, una mamá de Misuri (Estados Unidos), le preguntó a su hija Audrey cual sería la temática de su próximo cumpleaños, la niña tenía un solo tema en mente: el emoji "de la buena suerte".

"A lo largo de varios meses, cada vez que le preguntábamos por la fiesta, Audrey pedía 'globos con forma de caca y una tarta con forma de caca", revela la madre. "Intenté sugerirle otros motivos, pero ella insistía en que quería caca", consigna el Huffington Post.

Finalmente, con su marido aceptaron esta particularidad y organizaron la fiesta que la pequeña Audrey quería.

El cumpleaños se celebró en el mes de octubre y se realizó en la casa de la familia. Los invitados de la pequeña jugaron a “poner la caca” (la versión adaptada de “ponle la cola al burro”) y disfrutaron de diferentes dulces y pasteles decorados acordes a la temática. 

La madre reafirma que a todos los invitados les pareció una fiesta muy divertida: "Creía que los abuelos dirían algo, pero todos se rieron cuando se lo conté".

Rebecca siente que esta fiesta de cumpleaños muestra a su hija de diferentes maneras. "Audrey es única. Espero que siempre tenga esta seguridad en sí misma. Es muy graciosa y es una hermana mayor excelente", asegura.

"Me da la sensación de que en la era de Facebook y Pinterest en la que vivimos a veces nos preocupamos más por intentar impresionar a los demás adultos", considera. "Esta fiesta no era para mí, era para Audrey. Me gusta pensar que cuando veamos las fotos en el futuro serán un fiel reflejo de mi hija con tres años: mi pequeña divertida y extravagante".

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