Los incendios son más frecuentes de lo que uno podría pensar, sobre todo en estas fechas, cuando las temperaturas comienzan a subir. En dichos casos, la inhalación de humo es la principal causa de muerte, razón por la cual es importante saber qué riesgos se corren y cómo poder evitarlos.

Las partículas sólidas y líquidas en suspensión y los gases tóxicos que contiene el humo de un incendio, lo hacen extremadamente peligroso para la salud de las personas. Así lo precisa el Dr. Fernando Martínez, Coordinador Médico de Help, quien además sostiene que entre los agentes tóxicos que se liberan destaca el monóxido de carbono, pero también se pueden encontrar cianuro y sulfuro de hidrógeno, entre muchas otras sustancias que pueden ocasionar importantes daños a la salud si se encuentran en concentraciones elevadas.

“El humo emanado durante un incendio suele irritar las vías respiratorias y los ojos, además de generar otras molestias como mareos y dolor de cabeza.  Además, es importante destacar que el humo empeora los síntomas de aquellas personas que padecen problemas respiratorios preexistentes, como asma bronquial o enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC)”, explica el especialista de Help.

Por ello, es fundamental consultar a un médico si luego de haber estado expuesto a un ambiente contaminado se presentan síntomas como conjuntivitis o sensación de arena en el ojo, tos persistente, ronquera, dificultad para respirar, silbidos al respirar, mareos, vómitos o compromiso del estado de conciencia.

Asimismo, especial cuidado deben tener las embarazadas o quienes pertenecen a los grupos de riesgo, es decir, niños, ancianos, pacientes asmáticos o con EPOC, quienes deben ser trasladados a una zona libre de estas emisiones.

En este sentido, el doctor Fernando Martínez, de Help, entrega algunas recomendaciones para evitar daños a la salud:

  • Usar una mascarilla o un paño húmedo sobre su nariz y boca al momento de estar expuesto al humo, y abandonar el lugar lo más rápido posible.
  • Si la piel se ha impregnado de cenizas, quitarse la ropa y lavarse con abundante agua inmediatamente.
  • Si se usa lentes de contacto, éstos deben retirarse lo antes posible y luego lavar los ojos.
  • Si hay cenizas en el patio, evitar que sus hijos jueguen en el suelo. Asimismo, evitar que las mascotas consuman alimentos directamente desde el suelo.
  • Para limpiar las cenizas, se debe usar siempre una mascarilla y previamente mojar la superficie a barrer, para así evitar que las cenizas se levanten del suelo y puedan ser inhaladas.

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