Colombia, Ecuador, Perú y ahora Chile. Esos han sido los países que ha recorrido Ibersonz, un migrante venezolano - que prefiere ser identificado solo por su nombre - pedaleando abordo "La Guerrera", su bicicleta que ha sido su compañera de viaje durante todos estos meses.

Salió de Venezuela hace casi un año, en diciembre de 2017, con una meta concreta desde el primer día: lograr radicarse en Argentina sin importar la situación económica que enfrenta el país vecino y sin ser un gran deportista para lograrlo. 

Ibersonz se dedicaba en su país a la docencia y a la producción musicial, y pretende aprovechar en Argentina la buena recepción que tuvo un disco que publicó hace un par de años de forma independiente. 

"Para un venezolano ¡Argentina no está en crisis! Pasan algunos problemas, pero nada como lo nuestro", expresó el ciclista. 

Para iniciar su viaje tuvo que vender dos de sus pertenencias más apreciadas, una mesa de mezcla de sonido y un micrófono profesional, con el que pudo comprar su bicicleta. "Fue una odisea porque cada día que iba a mirarla tenía un precio distinto"debido a la descontrolada inflación que enfrenta su país, confesó a El Mercurio. 

En su paso por Santiago, contó que el motivo de su viaje es "rescatar los principios y valores que se han perdido durante 20 años de destrucción en Venezuela". "Prometí a los venezolanos que aún mueren de hambre en Venezuela que llegaría por mis propios medios y sin que nadie me lleve", expresó. 

Dice que ha pedaleado hasta 12 horas seguidas, avanzando tramos que han superado los 100 kilómetros. Sobre "La Guerrera" hay equipaje, herramientas básicas, un saco de dormir, una carpa y una guitarra, lo que equivale a 60 kilos, los que ha transportado a través de desiertos, montañas y playas de Venezuela, Colombia, Ecuador, Perú y Chile. 

Utilizando sus redes sociales, el venezolano ha descrito su travesía donde ha compartido imágenes y su experiencia del recorrido. 

Revisa este video también:
Publicidad