Nueva York se convirtió en el primer estado estadounidense en prohibir la extirpación de las uñas de los gatos, una práctica muy criticada y prohibida en muchos países. 

La operación, que ya estaba prohibida en varias ciudades estadounidenses, consiste en amputar la primera falange de los dedos del animal y privarlo de sus garras.

El convenio europeo para la protección de animales de compañía, adoptado en 1987 por el Consejo de Europa, prohíbe la extirpación de garras y dientes. Hasta el momento ha sido ratificado por 24 estados europeos.

"Es una operación cruel y dolorosa que puede provocar problemas físicos y de comportamiento a animales indefensos", dijo en un comunicado el gobernador del estado de Nueva York, Andrew Cuomo, quien el lunes ratificó la prohibición aprobada por el Parlamento local en junio.

"Al prohibir esta práctica arcaica, nos aseguramos de que los animales ya no serán sometidos a estas intervenciones inhumanas e innecesarias", agregó. La extirpación seguirá siendo posible por razones médicas, cuando existe un riesgo para la salud del gato, dice el texto. 

Los defensores de esta operación argumentan que a veces evita que los gatos sean abandonados o sacrificados.

La Sociedad Veterinaria de Nueva York se opuso al texto en el momento de su revisión, argumentando que la extirpación podría justificarse bajo ciertas condiciones.

"¡Victoria!", tuiteó la asociación de defensa animal PETA.

Según las cifras de la Asociación Americana de Veterinaria de 2017-2018, el 25% de los hogares estadounidenses posee un gato, lo que correspondería a más de 30 millones de animales.

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