A mediados de octubre del año pasado, el equipo de fútbol de Universidad Católica, adiestrado por Beñat San José, se encontraba a solo un par de fechas de proclamarse campeón del torneo nacional. Pero esa no sería la única copa que levantaría el club en aquel entonces, pues también agregaron a sus vitrinas los trofeos de la Liga Esports Fútbol en FIFA y el Circuito Nacional Chileno en League of Legends.

Claro,ambos nombres pueden sonar ajenos a muchos adherentes a la institución, y es que, sin la misma cobertura mediática, la UC ha ampliado sus horizontes para integrarse al mundo de los deportes electrónicos.

Entendamos deportes electrónicos como la rama profesional de los videojuegos, donde los mejores exponentes representan a equipos profesionales, compitiendo en todos los rincones del mundo.

La primera interacción del club se dio en octubre del 2017, con la presentación de Camilo Lara, el primer jugador de esta rama en ser contratado por un club deportivo en Chile.

A inicios de 2018 se anunció la creación de Católica Esports, quienes se integrarían a la Copa Latinoamérica Sur (CLS), competencia perteneciente a League of Legends, uno de los videojuegos más populares en los denominados esports.

El equipo, que disputa sus encuentros con un equipamiento similar a la del club de fútbol, se diferencia a la rama deportiva tradicional en su logo, el cual cambia la conocida iconografía por el casco de un caballero cruzado, en una decisión enfocada al público gamer.

Pero los primeros pasos de los cruzados no serían los mejores, pues en una decisión cuestionable -dado los recursos de un club como éste-, no se priorizó en la contratación de grandes jugadores y optaron por la juventud para armar su primera plantilla de “Lol”.

Con poco y nada de experiencia en sus fichajes, cayeron estrepitosamente en su primera temporada, donde terminaron perdiendo la categoría, siendo relegados a la segunda división de la competencia.

Un dulce presente

Las cosas han mejorado bastante después de esa mala experiencia. Para Esteban Smith, actual entrenador del equipo, “el mal asesoramiento les pasó la cuenta. Las personas a cargo del proyecto no lo hicieron correctamente y se dieron los resultados que se dieron”.

Con una plantilla completamente renovada, los cruzados se reinventaron y ya cuentan con trofeos en su naciente vitrina.

Posterior a su descenso, el equipo se coronó campeón del Circuito Nacional Chile, en ese entonces la segunda división del League of Legends Nacional, derrotando por 3 partidas a 0 a Bring it On, duelo que fue disputado en el Teatro Factoría Italia. 

En la actualidad forman parte de la Liga de Honor, nuevo formato de ascenso en el competitivo latinoamericano, otorgándoles la posibilidad de volver a la primera división.

En la fase regular de la competencia cumplieron un aceptable cometido, quedando en la tercera ubicación. Ya en los playoffs, cayeron sorpresivamente en los octavos de final ante Valorous, por lo que deberán enfocarse en el próximo Torneo de Clausura, donde se espera que cumplan un mejor cometido, debido a la gran calidad de sus jugadores. 

Smith, junto al jugador Juan Cruz, conversaron con T13 en la denominada Gaming House del equipo, un hogar en donde viven y entrenan los 5 representantes de League of Legends.

En un principio los jugadores debían trasladarse a San Carlos de Apoquindo, donde la institución dispuso de computadores e implementos para que sus representantes pudiesen entrenar.

Cruz, procedente de Argentina, indica que esas cuatro paredes son el lugar “donde dormimos, comemos, pasamos el día y también nos entretenemos”.

El departamento ubicado en la comuna de Las Condes es determinante para sus desarrollos como jugadores profesionales, ya que “tienes todas las comodidades que quizás no tengas en otro lado, por lo que puedes centrarte 100% en lo que estamos haciendo y lograr nuestro mejor potencial”.

Pero todos concuerdan en que la Gaming House supuso un gran salto en calidad en el diario vivir de los integrantes del equipo. Smith indica que la nueva casa “los ayuda directamente para concentrarse mucho más en el juego. Independiente de la rutina que uno les pueda entregar, levantarse y tener todas las comodidades para poder entrenar es lo más importante”.

Es el mismo coach quien confesó sentirse cómodo en el club, destacando la diferencia que tiene una histórica casa deportiva como lo es Universidad Católica con un equipo de eSports tradicional, quienes tienen que sobreponerse a desafíos económicos e institucionales para poder salir adelante.

“La gran diferencia es que tienen una visión más global sobre todo. Las organizaciones tradicionales están un poco cerradas y tienden a caer en la zona de confort, en cambio la UC, por ser un poco más experimentada en ciertas cosas, tienen más herramientas y se atreven a hacer más cosas para el crecimiento del mismo equipo”, destacó.

Cruz, quien tuvo que trasladarse desde el otro lado de la cordillera, también hizo hincapié en lo distinto que es ser parte de una institución tan consolidada como los de la franja: “Hay mucha diferencia. Desde que estoy en Católica siempre tuve todo, te apoyan en lo que haces y nunca te falta nada. Puedes dedicarte 100% a lo que te gusta”.

Desafíos futuros

La palabra "futuro" es una consigna importante en la Universidad Católica. Hemos visto como el gran trabajo formativo les ha rendido frutos al equipo de fútbol, generando y exportando jugadores que han sido parte de grandes campañas de la UC.

Esto es algo que se ha reflejado en su rama de deportes electrónicos: "tienen la línea de siempre intentar tener una 'cantera' para tener jugadores que tengan la base. Intentar trabajar desde abajo para poder llegar a lo más alto", valora Smith.

Replicar lo que se ha hecho en la escena competitiva del videojuego FIFA es determinante.

A fines del año pasado los representantes cruzados Ignacio Méndez y Camilo Lara fueron coronados como los primeros campeones de la Liga Esports Fútbol, torneo de FIFA realizado por la ANFP.

Dicho torneo contó con la partipación de clubes de fútbol tradicional como la UC, Unión Española y Universidad de Concepción.

El éxito de su división de FIFA fue tanta que Lara, conocido en el medio como "Olimaclán", se encuentra perfeccionando su juego en Canadá, compitiendo contra rivales de primer nivel.

Es cosa de esperar para que, próximamente, Universidad Católica anuncie la conformación de nuevas escuadras en otros videojuegos, tales como Counter Strike o incluso títulos móviles como Clash Royale, escenas competitivas que tienen gran influencia en nuestro país.

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