La carrera por liderar la robotización de los automóviles oficialmente ha comenzado. Por el ruido que ha generado, Google es quien ha recibido más honores gracias a su apuesta por la autonomía de los autos.

El proyecto aún se encuentra rodeado por inquietudes, pero también con esperanzas. Este ingenio que arrancó su etapa de pruebas en la vía pública en algunas calles de Estados Unidos la semana pasada, aspira reducir a cero la tasa de accidentes.

No se ha producido un desarrollo más rápido porque cambia el sistema de responsabilidad de los accidentes
Mario Arnaldo

Pero no todo es oro. Ha sido la misma compañía la que ha reconocido durante los ensayos –previamente realizados en circuitos cerrados- se han registrado doce accidentes y el error humano ha estado siempre presente.

Para ponerlo en marcha, las autoridades han obligado a Google a incorporar un volante extraíble para los pilotos de seguridad, así como acelerador y freno para hacer uso de ellos en caso de emergencias. Desde la institución indican que se han estado probando los vehículos en sus instalaciones de prueba y chequeando que el software y los sensores trabajan adecuadamente.

El futuro de este auto es ambicioso. Para su planificación definitiva se requiere de un ajuste de varios aspectos relacionados con la seguridad vial y en materia de seguros, aunque los más pesimistas se muestran convencidos que se llevará por numerosos negocios y servicios.

¿Qué pasará con el conglomerado de taxis? ¿Las infraestructuras deberán adecuarse a las nuevas circunstancias? Hay varios temas que zanjar aún. Para que este futuro sea real se necesita una intercomunicación entre el vehículo y la carretera, balizas, señales, líneas viales y elementos ubicados en la calzada que manden información constante al ordenador.

“No se ha producido un desarrollo más rápido porque cambia el sistema de responsabilidad de los accidentes”, señaló el presidente de Automovilistas Europeos Asociados, Mario Arnaldo al diario ABC.

Estos vehículos son capaces de recorrer carreteras previamente programadas. Requieren de una perfecta reproducción cartográfica del terreno, con lo cual si una calle no está contemplada por el sistema, se puede dar la situación de que el automóvil no pueda avanzar de forma coherente y normal.


¿Qué falta por solucionar?

Seguros: fabricantes y conductores aún no aclaran en qué parte recaerá la responsabilidad en caso de accidentes.

Transporte: en un caso hipotético en el que este tipo de vehículos se popularicen y entren en la sociedad al completo, el sector de transportistas y taxistas podría verse afectado y quedarse sin actividad.

Leyes: los coches autónomos han llegado antes de la legislación. El código de circulación debería adaptarse a este tipo de vehículos.

Infraestructuras: para llevar a cabo un proyecto de tales dimensiones se requerirán de sistemas instalados en la calzada. El software ya es capaz de detectar la proximidad y movimientos de objetos y vehículos a su alrededor.

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